Cuando un violín te cambia la vida: la historia de Kamran Omarli

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Azerbaiyán y Madrid. Entre los dos, una cuerda de más de 4.400 kilómetros; como las del violín de Kamran. Así es cómo este joven músico mide la distancia que separa su ciudad natal, Xaçmaz, de la adoptiva, en la capital española, donde ha pasado nueve años cursando la Cátedra de Violín Telefónica dentro de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.

La historia de este violinista de tan solo 26 años está hecha de historias, de conexiones con personas y de talento. Es un gran ejemplo de evolución y de la música como conductor, como una forma de tender puentes y reducir distancias, tanto entre humanos como entre territorios.

“En mi casa, la música era parte de la familia: mi madre cantaba y mi padre tocaba el piano”, explica. Nació rodeado de melodías, y a los 7 años comenzó a crearlas tras matricularse en el conservatorio; a los 11, dio el paso a la Escuela de Música Mstislav Rostropovich de Bakú, en Azerbaiyán. 

Conexiones que lo cambian todo

Aunque Kamran es el protagonista de esta historia, nunca ha estado solo. Al amor por la música que le inculcaron sus padres desde la cuna se sumó la influencia de su profesora en el conservatorio, Ilhama Agayeva.

Fue ella la que le dio el primer empujón para empezar a soñar con una carrera profesional, animándole a participar en distintos concursos, festivales y competiciones. Su primer premio, en 2006, fue seguido de otros tantos en los años sucesivos.

Uno de esos premios fue especialmente importante: en una de las eliminatorias, celebrada en Bakú, se encontraba presente Maxim Vergérov, un violinista admirado tanto por él como por su mentora. “Me preparé mucho, gané ese concurso y todo volvió a cambiar”, recuerda con una sonrisa Kamran. “Conectar con Maxim y comenzar nuestra relación fue muy importante para mí, por su generosidad y por la fuerza que me dio para seguir mejorando”.

Tras esa victoria, llegarían otras, muchas a nivel internacional: Lituania, Polonia, Bulgaria… los países y las experiencias se trenzaban, se sucedían como notas en un pentagrama. El violín, como herramienta y compañero, dirigía a Kamran para mostrarse al mundo. 

  

una conexión hasta madrid

De nuevo, las conexiones cambiaron su historia. Maxim Vergérov, aquel violinista tan admirado por Kamran, le presentó a Zakhar Bron, al que el joven define como “el profesor de los genios”. Al descubrir su talento, le animó a presentar su candidatura a la Escuela Superior de Música Reina Sofía, en Madrid, donde él es profesor titular dentro de la cátedra de violín Telefónica.

Tras prepararse a fondo, y con tan solo 17 años, el violinista consiguió esa plaza: vivió, aprendió y conectó con distintas personas en la Escuela desde 2012 a 2021; en 2015, recibió de las manos de Su Majestad la Reina Doña Sofía el diploma de alumno más sobresaliente. “Esta conexión, aunque me exigió mucho, sacó lo mejor de mí”, cuenta.

Durante ese tiempo mejoró su forma de interpretar, pero también descubrió la importancia de las relaciones personales que se entretejen al son de cada nota. “He aprendido que, en música, es importante entender a las personas, saber cómo ven el mundo: esa conexión enriquece mucho la forma de tocar”, explica.

Como mejor ejemplo, Kamran conoció a dos compañeros; los tres procedían de distintos países en conflicto. Juntos, descubrieron que la música era una forma de tender puentes más allá de las diferencias de sus lugares de origen. “Conectar con ellos ha vuelto a cambiar mi vida”, afirma. “La música une culturas e historias que no son tan diferentes”. 

  

seguir conectado

Después de nueve años en Madrid, Kamran siguió su camino. Hoy vive en País Vasco y trabaja en su orquesta, la Euskadiko Orkestra. Antes ha pasado por distintas agrupaciones, como la Orquesta Sinfónica Freixenet de la Escuela Reina Sofía, dirigida por Pablo González, Víctor Pablo Pérez, Josep Pons y Stefan Lano; y la Orquesta de Cámara Sony, encabezada por Antoni Ros Marbà.

Asimismo, ha formado parte del Trío Fundación Mahou San Miguel, bajo la tutela de la profesora Marta Gulyás; del Grupo Amadeus; y del Cuarteto Óscar Esplá de Asisa, bajo la batuta del Profesor Heime Müller, con el que en 2014 recibió un reconocimiento más por parte de Su Majestad la Reina Doña Sofía: la Mención de grupo de cámara más sobresaliente en la categoría de cuartetos de cuerda. 

Mejor conectados: Poner en valor las conexiones entre personas

#MejorConectados es una plataforma de contenidos en la que Telefónica charla con distintas personalidades de éxito, como Javier Gómez Noya, Ferran Adrià y Teresa Perales. Son ellos los encargados de dar su propia interpretación a un concepto: “Cuando conectamos, somos capaces de hacer cosas increíbles”.

Todas estas charlas tratan de poner en valor, como aspecto primordial, las relaciones humanas. “Queremos hacer nuestro mundo más humano conectando la vida de las personas”, afirma José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica. Y es que llevamos casi un siglo asegurando las mejores conexiones de nuestro país e impulsando el talento como mejor sabemos: conectándolo.

“#MejorConectados quiere ser un lugar donde inspirarse, encontrarse, conectar y lograr cosas increíbles”, explica Rafael Fernández de Alarcón, director de Marca, Patrocinios y Medios de Telefónica.