Desde hace tiempo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los conocidos como ODS, marcan la agenda de tendencias nacional e internacional en materia de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Y unos con más intensidad que otros, como es el caso del ODS 3, que tiene como meta garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades; el ODS 5 que aspira a lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a las mujeres y las niñas; y el número 8 que promueve el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos.

Todos los expertos insisten en que los ODS no se plantean por capricho de unos pocos ni desde la ingenuidad de quien cree que todo es posible, sino que lo hacen desde el convencimiento de que, poniendo en marcha las herramientas necesarias, son retos alcanzables que nos harán vivir en un mundo mejor.

De ahí que uno de los principales objetivos de las políticas de RSC en España sea promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.

Y para conseguirlo es necesario tener en mente otros ODS, como es el caso del número 9 que fomenta la construcción de infraestructuras resilientes, la promoción de la industrialización sostenible y el fomento de la innovación. Además del ODS 12, que garantiza modalidades de consumo y producción sostenibles; y el ODS 15 que incide en la gestión, de forma sostenible, de los bosques, con el fin de luchar contra la desertificación y detener e invertir la degradación de las tierras.

Inclusión

Junto a todo esto, la Responsabilidad Social tiene que fomentar de la diversidad en las empresas, y hacerlo a través de políticas eficaces de inclusión, pero eso no sería posible sin la promoción del bienestar psicológico de los miembros de la plantilla y la sostenibilidad medioambiental, que tienen que ser dos de los ejes transversales en todas las actuaciones que lleve a cabo la empresa.

Además, la RSC también se materializa con el fomento de la innovación, ya que el hecho de tener a los equipos más motivados ayudará a fomentar la creatividad y la innovación. Y no solo eso, también incidirá en un mejor aprovechamiento de los recursos, de manera que se consiguen nuevos modelos de negocio, como la economía circular, sinónimo de empresas sostenibles y socialmente responsables.