PREMIO AL PROYECTO DIGITAL GASTRONÓMICO

IX Premios con mucho gusto

Chus y Manuela: "La IA nos ofreció los ingredientes para hacer una croqueta de alegría"

Manuela Delgado, ingeniera industrial, y Chus Blasco, propietaria de la taberna Entalto, recibieron el Premio al Proyecto Digital Gastonómico de los Premios CMG.

Chus Blasco y Manuela Delgado, recibiendo el galardón de la mano de la jefa de Desarrollo Corporativo de Mercazaragoza, Alejandra Beortegui.
Chus Blasco y Manuela Delgado, recibiendo el galardón de la mano de la jefa de Desarrollo Corporativo de Mercazaragoza, Alejandra Beortegui.
ARANZAZU NAVARRO

¿A qué sabe la alegría? Según la Inteligencia Artificial, a croqueta de jamón, patata pochada y cebolla frita. Es uno de los resultados que Manuela Delgado, ingeniera industrial, y Chus Blasco, propietaria de la taberna Entalto, han logrado gracias su experimento sobre este delicioso manjar.

Todo surgió de forma casual. Ambas residentes en la capital aragonesa, se chocaron sin querer en una escalera mecánica de Madrid. "Me giré y era Manuela, que la conozco desde hace 35 años. Ella había ido a la ciudad por un evento de Big Data y yo a una charla de inteligencia emocional. Y ahí comenzó todo", resalta Chus Blasco.

Bajo el nombre de ‘El curioso caso del sesgo de la croqueta’, este par de amigas decidieron unir la inteligencia artificial con la emocional para crear croquetas que, además de estar riquísimas, provocaran ciertas emociones en quienes las probasen. Lo primero fue formular a una IA la siguiente pregunta: ‘¿Cómo son una mujer y un hombre después de comer una croqueta?’. Las respuestas que les ofreció eran incoherentes, por lo que decidieron dar un paso más.

Convocaron a 53 personas, les dieron a probar ocho croquetas diferentes en Entalto y les pidieron que las asociaran con seis emociones básicas: la alegría, el miedo, la ira, la sorpresa, la tristeza y el asco. "Con esos datos, nos propusimos ‘hackear’ a dos Inteligencias Artificiales y, durante un mes, estuvimos entrenándolas -explica-. Finalmente, le pedimos que nos dieran los ingredientes para dos croquetas, una que supiera a alegría y otra a miedo. Y están siendo todo un éxito".

Lo que quieren con este proyecto, que sigue su curso, es acercan la inteligencia artificial a la gente de una forma amena. "La IA no es algo malo en sí misma, es una herramienta. Somos nosotros quienes debemos trabajar nuestra inteligencia emocional para usarla correctamente y en beneficio de todos", sostiene Chus. "Saber cómo actúan estos modelos y ser capaces de enlazarlos con las emociones es lo que nos va a separar de las máquinas, de forma que nuestra inteligencia emocional entienda lo que está pasando y sea capaz de controlar a la inteligencia artificial", añade su compañera Manuela.

Su creatividad y su apuesta por la innovación les ha llevado a recibir el Premio Con Mucho Gusto al Proyecto Digital Gastronómico. "Para nosotras es un orgullo. Es un proyecto joven, de tan solo cuatro meses, que está teniendo muy buena acogida tanto por parte de la prensa y de las instituciones como del público general", concluyen.

REALIZADO POR AML
Este contenido ha sido elaborado por Aragón Media Lab, unidad Branded Content de Henneo.