en colaboración con che

Hacer visible lo invisible: agua subterránea en el Ebro

Gestión para un Ebro sostenible: Confederación Hidrográfica del Ebro celebra este Día Mundial del Agua poniendo en valor las aguas subterráneas, un recurso crucial, desconocido y frágil.

El manantial de agua subterránea en Ordesa, Huesca.
El manantial de agua subterránea en Ordesa, Huesca.
CHE

El agua subterránea ha permitido un importante desarrollo. Millones de pozos abastecen poblaciones y garantizan cosechas en el mundo. Desde la antigüedad existen aprovechamientos, como, por ejemplo, en el pozo bajo la torre del Trovador, en el palacio de la Aljafería, que toma del aluvial del Ebro.

Es necesario dejar en herencia ese valioso recurso, sin sobreexplotarlo, ni contaminarlo. Por ello, la Confederación Hidrográfica del Ebro ha diseñado y mantiene redes de control de niveles, con su red piezométrica (323 puntos y actualmente en ampliación y en proceso de automatización, lo que permite, además, consultar los datos a través de la web del SAIHEbro, cuestión en la que la CHE es pionera) y de control de calidad (contaminaciones puntuales y difusa, con más de 1.100 puntos, 314 destinados a controlar aguas de consumo humano).

A la CHE hay que dirigirse si se pretende perforar un pozo, y es el que otorga e inscribe las concesiones de este Bien de Dominio Público Hidráulico (www.chebro.es). Hasta 600 hm3 del agua que cubre anualmente las demandas de la cuenca del Ebro proceden de aguas subterráneas.

En los 85.000 km2 de la demarcación del Ebro existen tres zonas con acuíferos. En el sistema Ibérico predominan extensos acuíferos calcáreos: Maestrazgo, Alto Jiloca, Alto Jalón, Els Ports, Campo de Cariñena, Somontano del Moncayo. Son los más aprovechados de la cuenca, especialmente en el Campo de Cariñena, donde ya no se admiten nuevas concesiones de pozos para garantizar los aprovechamientos existentes.

Hay muy buenos ejemplos de manantiales caudalosos y constantes, como el nacimiento del Pitarque, los Ojos de Monreal, Cimballa, Jaraba, Ojos de Pontil.

En los Pirineos predominan los paisajes kársticos con mayor oscilación de caudales: Ojo Guareña, Urbasa, Larra, Collarada, Monte Perdido, Cotiella, Guara, Montsec, Tremp…

Los acuíferos detríticos aluviales vinculados a los grandes ríos, Ebro, Aragón, Gállego, Cinca y Segre, aportan regularidad a sus caudales. En las crecidas se recargan para, después, aportar lentamente el agua.

Contaminación difusa

El problema más grave relacionado con el agua subterránea, a nivel mundial, es de calidad y se trata de la contaminación difusa procedente del abonado de campos que provoca una lenta contaminación del agua subterránea, especialmente por nitratos, que la inhabilita para su uso como abastecimiento.

El Plan Hidrológico de la Demarcación del Ebro, horizonte 2027 para un Ebro Sostenible, recoge el compromiso de Administraciones para proteger el agua subterránea con limitaciones que eviten la presión cuantitativa con nuevas captaciones y permitan alcanzar el mejor estado cualitativo.

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