De origen oscense y especializada en instalaciones eléctricas y de climatización en España, Levitec cuenta con una posición destacada en lo relativo a las actuaciones en el campo de las energías renovables. Así, en el último año ha finalizado su planta fotovoltaica de Calatorao (de 50 megas y una de las más potentes en Aragón) y está ejecutando otras en lugares como San Mateo de Gállego y La Almunia de Doña Godina, materializando en 2022 más de 100 proyectos fotovoltaicos de autoconsumo, equivalentes al consumo anual de energía de casi 6.000 hogares. La compañía, que cuenta con sedes en Huesca, Zaragoza, Madrid, Barcelona, Pamplona y Lisboa, cerró 2022 con una facturación de 120 millones de euros, un 33% más que el año anterior, y prevé alcanzar en 2023 los 200 millones. Levitec ha registrado un crecimiento exponencial en los últimos dos años, pasando de los 90 a los 280 empleados, la mitad de estos en Aragón.

¿En qué situación se encuentra Aragón en materia de transición energética?

España puede ser líder global en 2050, lo que supone invertir un 6,5% del PIB nacional anual, y en este objetivo Aragón puede y debe tener un papel fundamental. La región se ha marcado el objetivo de alcanzar los compromisos de la Agenda 2030 y creo que contamos con un buen sistema normativo que ha permitido implementar acciones concretas, como el decreto-ley de medidas urgentes para el impulso de la transición energética, que incluye el Fondo Aragonés de Solidaridad, el cual compensa a los municipios que quedan menos favorecidos por estos proyectos.

¿El territorio tiene una situación privilegiada con respecto a otros del país?

Contamos con unos valores naturales esenciales para esta actividad, que son el suelo, el sol, el agua y el viento, que tenemos que saber aprovechar todos, desde el regulador hasta el ciudadano de a pie. Además reitero las ventajas que ofrece la normativa autonómica, que favorece el desarrollo de estas iniciativas.

¿Y cuáles diría que son los puntos débiles?

Teniendo esas buenas condiciones, falta cohesión entre todos los agentes. La sensación que tenemos es que la oportunidad es única y administraciones públicas, instituciones, sector privado y población debemos ir de la mano. Para todo ello son muy importantes aspectos como trasladar trasparencia a la hora de abordar los proyectos y dar a los agentes seguridad jurídica. Aunque hay apoyo institucional, debería haber más homogeneidad en el marco normativo y en su aplicación. Asimismo, y aunque tenemos muy buenos profesionales, se necesitan más, y estamos ante una gran oportunidad de retener y atraer talento. Tenemos un objetivo muy ambicioso, los años se nos echan encima y deberíamos poder contar con apoyo para incrementar la empleabilidad en esos perfiles.

¿Cómo gestionan este tipo de proyectos en Levitec?

Buscamos sobre todo adaptarnos a cada caso para evitar situaciones que generen rechazo. Algo que funciona muy bien es presentarnos en el territorio, explicar el proyecto cuantificando el valor añadido que tiene para la zona y buscar la cercanía con la población y la transparencia. Es lo que hay que hacer en un lugar en el que puedes quedarte hasta 30 años. No hay que perder la parte humana y nosotros la trabajamos mucho.

¿Cómo puede contribuir esa transición a la vertebración del territorio? ¿Qué papel desempeñáis los agentes del sector en este sentido?

Existen informes que hablan de la generación de 1.800 empleos por cada 100 megas sumando eólico y fotovoltaico. Los parques son una importante inversión que, en muchos casos, llega a los 125 millones de euros, y son unas instalaciones que tienen una vida útil de tres décadas, por lo que hay que operarlas y mantenerlas, y eso es riqueza y empleo para el territorio. Es algo que genera puestos de trabajo relativos a la maquinaria y producción mecánica, la construcción, el diseño o el plano medioambiental. Todo eso es vertebrar un sector y un territorio. Creo que estas acciones constituyen una buena fórmula para hacerlo, además de que con ello se evitan aspectos como las emisiones de miles de toneladas de CO2 o la importación de una cantidad de petróleo que ronda las 31.000 toneladas.

¿Cuáles son las señas de identidad de la compañía y qué iniciativas tienen en marcha a este respecto?

Somos una compañía aragonesa con más de dos décadas de vida y hemos generado casi 200 puestos de trabajo en los últimos dos años. Tenemos nuestra sede central en Torre Aragonia, en Zaragoza, y nos sentimos actores del sector de la energía y creemos que tenemos una responsabilidad con el territorio. Evidentemente, y como toda empresa, queremos tener rentabilidad, pero que sea apostando por nuestra tierra. En cartera tenemos proyectos de generación, aproximadamente unos 500 megas dentro de la Comunidad, localizados principalmente en Zaragoza y Huesca. Disponemos de cuatro parques construidos en la provincia de Zaragoza, dos de ellos a pleno rendimiento y los otros dos a punto de estarlo, algo en lo que ayudaría mucho la simplificación de las tramitaciones, ya que los parques iniciaron sus expedientes en 2017. Asimismo, el año pasado Levitec ejecutó unas 100 instalaciones de autoconsumo industrial, que son unos 17 megas, entre instalaciones que van desde los 5 kilovatios a los 5 megas, lo que supone el consumo de 6.000 hogares y es como plantar 15.000 árboles al año.

¿Hasta qué punto es importante establecer alianzas entre empresas e instituciones en este ámbito?

Es importante establecer alianzas, pero no en compartimentos estancos. Tiene que haber una interrelación tanto entre las administraciones públicas como entre estas y los agentes privados y también con la población. Es algo fundamental.