TURISMO SOSTENIBLE EN UN PIRINEO SIN FRONTERAS
Béarn: estaciones más eficientes y para todo el año
Obligados a pensar en un cambio de modelo siendo más sobrios, los centros de Gourette, Artouste, La Pierre Saint-Martin se muestran proactivos.
El eslogan ‘¡Las montañas te conquistan!’, empleado por primera vez en 1989 por los profesionales del sector en Francia, volverá a resonar el próximo invierno. Fácil de recordar, también ha tenido un eco particular debido a la reciente crisis sanitaria, tras la que las estaciones de altura del Béarn han visto la llegada de nuevos visitantes fuera de la temporada de invierno. Ahora se trata de sacar provecho de ello.
"El problema se está abordando de pleno", asegura Jean-Pierre Mirande, responsable de las políticas relacionadas con la montaña, en particular a través del plan específico llevado a cabo por el Consejo Departamental, que apuesta por un modelo de dos estaciones, invierno y verano. Como presidente de facto del establecimiento público que gestiona las estaciones de Gourette y La Pierre Saint-Martin, Epsa (350 empleados, de los cuales 80 permanentes), el funcionario electo quiere ser pragmático: "Debemos esforzarnos por tener al menos dos temporadas al año, especialmente, ya que hay un nuevo atractivo para las montañas. Pero, como sabemos que no se puede abandonar la actividad ligada al esquí, todo lo que se invierte ahora en las estaciones debe utilizarse para el verano".
Un mercado a construir
Este esquema es particularmente válido para Gourette, amenazada por el calentamiento global con un centro turístico que alcanza su punto máximo a 1.500 metros sobre el nivel del mar. Los trabajos realizados ya han elevado la cota de nieve a más de 1.700 metros. "Sabemos que tenemos que reorganizar esta estación para darle razones de ser", coincide Jean-Pierre Mirande. Esta necesaria adaptación requiere, por supuesto, un aprovechamiento más óptimo de la época estival. Arnaud Libilbehety, nuevo director de Epsa (que también gestiona el tren Rhune), que llegó en julio procedente de la estación de Luz, es consciente de ello.
También habla de un "mercado de verano" que se va a construir porque, con la covid, hay un fenómeno de (re)descubrimiento de los sitios de altura, "aunque el pasado julio hubiera un poco menos de gente". Gourette atrajo a 8.500 visitantes, "lo que corresponde al objetivo actual", pero esta cifra obviamente no se corresponde con la asistencia invernal (290.000 en la temporada de esquí). En julio y agosto, la estación de Ossaloise ofreció una propuesta esencialmente "destinada a un público familiar, con actividades fáciles de realizar (senderismo y descenso en bicicleta de montaña) y una oferta de restauración local", recuerda Arnaud Libilbehety que, en pocas palabras, resume también la posición del Departamento: "Como operador, y sin desnaturalizar un lugar clasificado como Gourette, tenemos una obligación, aportar atractivo y ofrecer una montaña multiactividad".
La voluntad está ahí
Del lado de La Pierre Saint-Martin también nos hemos interesado en este asunto. "Llevamos incluso 10 años pensando en ello y el nivel de nuestra actividad estival también empieza a ser sustancial", se felicita el director de la estación, Dominique Rousseu, citando la cifra de "4.500 a 7.000 visitantes" por año (160.000 en invierno).
Esta oferta adopta aquí diversas formas: "Contamos con un telesilla que permite realizar caminatas hasta el pico de Arlas, tenemos siete rutas de bicicleta de montaña, trineos, tiro, una actividad de golf, etcétera", detalla Rousseu, quien, sin descartar el concepto de cuatro estaciones, cree "más en un alargamiento del periodo estival".
En términos de eficiencia energética, y a la espera de la reapertura de la zona de esquí (3 de diciembre, como en Gourette), la estación de Barétoun también está siendo proactiva. En cualquier caso, no esperó a los recientes requerimientos del gobierno para elaborar un plan. Rousseu también recuerda que la federación francesa de estaciones de esquí ha fijado un "objetivo de neutralidad en carbono para 2035".
En La Pierre se están estudiando varias vías: instalación de motores de hidrógeno, almacenamiento de recursos hídricos, etcétera. Pero, a partir del próximo invierno, se aplicarán diariamente métodos de gestión más precisos, sin que ello repercuta en los esquiadores. Hablamos de formación de conducción ecológica para las pisanieves o incluso de un sistema más eficiente para el mantenimiento del manto de la nieve.
Al igual que en otros lugares, se ralentizará (ligeramente) el ritmo de los remontes, sin excluir paradas puntuales de las instalaciones en función del número de personas. Se espera un ahorro de "hasta un 18% en el consumo de electricidad". La cuestión no es neutra si se tiene en cuenta que esta partida de gasto podría ascender a 260.000 euros, según el presupuesto provisional de la estación.