Acompañar hasta el final de nuestra vida

"El miedo, la incertidumbre, la preocupación ante el bienestar de las personas que dejan cuando se vayan... Todo esto puede atormentar a la persona y crear un sufrimiento vital y un alto malestar psicológico. De ahí la importancia de apoyarles en el desahogo emocional, resolverles dudas, enseñarles a afrontar sus emociones y sus pensamientos, ayudarles en la despedida a resolver conflictos pendientes o simplemente acompañarles y hacerles saber que estás a su lado". Así explica la psicóloga Paula González la importancia que tiene estar cerca de las personas en la etapa final de su vida, a la vez que insiste en la necesidad de "crear una atmósfera lo más agradable posible, donde se sientan protegidos, tanto por la familia como por el personal del hospital".

Y así lo llevan haciendo desde hace años en Zaragoza gracias al Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación ‘la Caixa’, que actúa en el centro San Juan de Dios, en el hospital Infantil Miguel Servet, y en dos servicios de atención domiciliaria a través de un Equipo de Atención Psicosocial (EAPS) perteneciente a San Juan de Dios y que ha ofrecido atención a 4.026 pacientes y 3.879 familiares.

"Vivimos en una sociedad que no está acostumbrada a hablar de la muerte y que evita a toda costa el tema y las emociones que produce. Tratar el final de vida de una forma abierta, enfocada a hacer de forma más sencilla lo difícil, nos ayudará a crecer como individuos y como sociedad", explica González.

Y tan importante como apoyar a las personas enfermas es hacer lo mismo con sus familiares. "Es fundamental ayudarles a conseguir los medios necesarios para el cuidado del paciente dentro y fuera del hospital, si ese es su deseo. Para ello, cuentan con la trabajadora social que pone a su disposición toda la información y las gestiones que necesiten. En definitiva, cuidamos al cuidador", explica Paula González, quien recuerda la importancia del apoyo de la Fundación ‘la Caixa’ porque "facilita mucho nuestra labor. El poder disponer de los recursos humanos, materiales y de formación que nos aporta mejora la atención interdisciplinar que podemos ofrecer a las personas", concluye.