en colaboración con circe - centro tecnológico

16 bodegas ya cuentan con el sello ‘Ecoprowine’

La certificación otorgada por Circe reconoce a aquellos productores de vino que promueven una mejora continua de sus procesos productivos a nivel ambiental, económico y social.

Algunos de los vinos con el sello ‘Ecoprowine’.
Algunos de los vinos con el sello ‘Ecoprowine’.
Fundación Circe

De la uva a la botella. Así entiende el sello ‘Ecoprowine’, impulsado por el centro tecnológico Circe, que debe trazarse la sostenibilidad en el sector vitivinícola. Esta visión ya es compartida por 16 bodegas españolas, 12 de ellas aragonesas, que se han adherido a esta iniciativa que las reconoce como sostenibles ante un cliente cada vez más exigente en materia medioambiental y de responsabilidad social. Esta lista está formada por las bodegas Pagos del Moncayo, Borsao, Grandes Vinos, César Velasco, CanBlau, Esteban Martín, Bodegas Aragonesas, Laus, Katxiña, La casa de Lúculo, Las Moradas de San Martín, Pagos de Ayles, Care, Bodem y las recientemente incorporadas San Alejandro y Covinca.

La producción sostenible se está convirtiendo en uno de los principales criterios de los consumidores a la hora de comprar, una tendencia que se intensifica en el sector de vino. Este sello, cuya metodología está avalada por la Comisión Europea, se posiciona como una certificación para demostrar un estándar sostenible, teniendo en consideración la evaluación de los impactos medioambientales, los costes en la producción y el impacto económico y social en el entorno.

El sello ‘Ecoprowine’ se impulsó en el marco de un proyecto de investigación en el que participaron 90 bodegas europeas

Cómo se obtiene

El sello se impulsó en el marco del proyecto de investigación ‘Ecoprowine’, en el que participaron más de 90 bodegas europeas. Durante la ejecución del mismo, las bodegas participantes lograron, adoptando las medidas recomendadas, recortar un 15% las emisiones de CO2, reutilizar el 28% de los materiales y reducir un 16% el consumo de agua en su proceso productivo.

El sello ‘Ecoprowine’ tiene una validez de dos años, tras los cuales la bodega debe realizar el análisis de nuevo y, para volver a superarlo, debe presentar al menos un 10% de mejora en su indicador global y una mejor respuesta a nivel social y económico, de manera que el proceso de fabricación del vino sea más eficiente y respetuoso con el medioambiente.

Las bodegas adheridas han logrado, gracias este esquema de sostenibilidad, incrementar la venta en mercados especialmente sensibilizados con la sostenibilidad como Estados Unidos o Japón, comunicar su compromiso con el medioambiente gracias a la estampación del sello en sus botellas y una vía de ‘benchmarking’ para mejorar la eficiencia de todo el proceso productivo. 

REALIZADO POR AML
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