Miguel Ángel L. S. fue juzgado ayer como presunto autor de una falta de imprudencia con resultado de lesiones graves, que sufrió un ciclista. El hombre, Xiao P., de 45 años, estuvo en coma durante meses y su estado actual es de gran invalidez. El siniestro se produjo el 25 de marzo de 2010 en la avenida de Valle de Broto, junto a la rotonda de la avenida de los Pirineos. La vista oral, celebrada ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5, se centró en saber si fue el ciclista o el conductor del coche quien no respetó la luz roja de sus respectivos cruces.

Según explicó Miguel Ángel L., él estaba parado en el semáforo de Valle de Broto, a la salida de Kasán, y tenía un coche delante que arrancó cuando se puso en verde. «Yo salí tras él, iba por el carril derecho, y al pasar el segundo semáforo, en dirección al puente de Santiago, noté un impacto en la parte derecha», manifestó. Tras el choque, se bajó del vehículo y fue a atender a la persona herida.

Miguel Ángel L. S. añadió que en ningún momento vio al ciclista y que en ese punto hay una marquesina que impide ver tanto el semáforo de la derecha como a los peatones y ciclistas que circulan por el carril bici. Así lo ratificaron los informes tanto de la Policía Local como de los peritos del Centro Zaragoza, dedicado a la investigación de accidentes. Ambos revelaron también que el turismo iba a una velocidad de entre 42 y 44 kilómetros por hora, en una zona limitada a 50.

En el momento del choque había varias personas esperando el autobús. Dos dijeron ayer que no vieron el choque y solo escucharon el ruido. «Al echar a correr para asistir al herido, el semáforo de peatones se puso en verde», dijo una. Otra peatón, que aseguró que vio el siniestro aunque no declaró en ese momento ante la Policía, afirmó que estaba con sus dos hijas esperando que se pusiera en verde para cruzar cuando el ciclista le rebasó y se lo saltó.

La acusación, que pide para el inculpado multa de 360 euros y un año sin carné por falta grave, sostuvo que fue el conductor quien pasó en rojo y cuestionó a los testigos. Mientras, la defensa pidió su absolución, subrayó que la culpa la tuvo el ciclista y dijo si en ese cruce no se ve, «la responsabilidad es del alcalde» y no de su cliente.