El primer quebrantahuesos críado en cautividad se reproduce

Silvano, con el plumaje de juvenil
Silvano, con el plumaje de juvenil
F. MÁRQUEZ/FCQ

En el año 1995, técnicos del Programa de Conservación del Quebrantahuesos del Gobierno de Aragón rescataban dos huevos de una pareja de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) que se habían mostrado incapaces de realizar una incubación normal. Sus progenitores no hacían relevos, por lo que se podía perder la puesta. Era el primer rescate de embriones de quebrantahuesos realizado en los Pirineos.


Tras su incubación, nació un pollo al que se llamó Silvano. Aquello ocurrió hace 16 años y el ciclo se ha completado: Silvano ha criado por primera vez este año, tras instalarse en el vertiente francesa. Ha tardado en decidirse por la reproducción pues, aunque los quebrantahuesos no son una especie muy precoz -hasta los ocho años no están preparados para tener descendencia-, este ejemplar ha tardado el doble. Y ha pagado su inexperiencia, ya que el pollo de Silvano no pudo prosperar y murió poco después de salir del huevo.


Silvano iba a dar muchas sorpresas a sus padres adoptivos. La primera: descubrir que, en realidad, era una hembra. Los sistemas de sexaje no estaban entonces tan perfeccionados como ahora, ni se tenía tantos conocimientos sobre la especie. «Era la primera vez, nadie tenía experiencia en ello en España, íbamos aprendiendo sobre la marcha y consultado la bibliografía de que se disponía en aquellos momentos; los dos pollos rescatados en aquella primera ocasión, de los que solo prosperó Silvano, se criaron entonces en nuestras oficinas», recuerda Juan Antonio Gil, de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), entidad presente desde el primer momento en el programa de conservación, impulsando y participando en las actuaciones.


PLAN DE RECUPERACIÓN

En Aragón, comunidad pionera en la conservación del quebrantahuesos , el Departamento de Medio Ambiente aprobó ya en 1994 su primer plan para la recuperación de la especie. Desde 2008 cuenta con un centro de cría en cautividad, en la Finca de La Alfranca (Zaragoza) construido por el Gobierno de Aragón. En aquel entonces «se mandó a Silvano a un centro especializado en Viena, donde fue adoptado por un ejemplar adulto, llamado Presidente, que cuidó de él durante los cuatro meses que permaneció allí; después lo trajimos de vuelta a España», explica Gil.


La Fundación realizó un 'haking', técnica campestre de adaptación al medio natural del ejemplar. Día a día fue adaptándose a su nuevo hábitat, y «un día voló». Así comenzó su periplo de dispersión juvenil por el Pirineo, que ha recorrido de cabo a rabo, hasta instalarse ahora en el valle del Aspé. Con su primera reproducción, se ha convertido en el primer ejemplar español de un programa en cautividad que cría.


Los problemas para la reproducción que tenían los progenitores de Silvano se siguen repitiendo. «Un 30 % de las parejas reproductoras de Aragón ni siquiera ponen huevos», informa Juan Antonio Gil. Por otra parte, «si tienen molestias: predadores, batidas de caza, actividades deportivas,.. se sienten amenazados y abandonan el nido y la nidada», explica Gil. Como consecuencia, los huevos o los pollos mueren. A veces el fallecimiento se produce por la impericia de los padres.


«Se rescata en las parejas en las que se ha documentado un historial reproductivo de fracasos», explica el experto. También en los casos en que se detecten problemas de infecciones en pollos o en huevos, o agentes tóxicos en embriones. «Y siempre para devolverlos a la libertad», puntualiza.


«En el campo, hay efectivos vigilando a las parejas. Toda la información sobre las observaciones se transfiere a la DGA, y es el Servicio de Biodiversidad el que decide si se actúa en el caso de que se aprecien amenazas para el éxito reproductivo», relata Gil. Se activa en esos casos el protocolo tal y como se contempla en la Estrategia Nacional para el Quebrantahuesos en España, que se aprobó en el año 2000.


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