UNIVERSIDAD

Andorra vive en sus carnes las contradicciones de la lucha contra el cambio climático

La caravana verde universitaria se encontró en la localidad turolense con una población concienciada por el medioambiente.

La 'marcha verde' en Andorra
Andorra vive en sus carnes las contradicciones de la lucha contra el cambio climático

En Andorra, localidad turolense de gran tradición minera, se encuentra la central térmica Teruel que utiliza carbón de lignito para producir energía eléctrica, variedad del combustible fósil que contiene elevadas concentraciones de azufre (elemento responsable de la lluvia ácida).


Los andorranos conocen como nadie las contradicciones que genera la lucha contra el cambio climático. A pesar de las inversiones realizadas finales del siglo XIX y en la última década para minimizar el impacto de la combustión, los habitantes del Bajo Aragón y la Cuenca Minera saben que la industria del carbón tiene sus años contados. La constante sangría de puestos de trabajo irá aumentando en los próximos años si no se acude a una profunda reconversión.


Por eso y porque sus habitantes están doblemente sensibilizados, Andorra tenia un especial interés para los 50 integrantes de la caravana verde universitaria que ya ha estado esta semana en Monzón y Tarazona.


La experiencia vivida este miércoles en Andorra pone de manifiesto que la concienciación medioambiental está en las calles y en la propia central térmica.


La cincuentena de “caravaneros” (apodo cariñoso que utilizan los voluntarios de la iniciativa) comenzó la jornada acercándose hasta la Casa de la Villa de Andorra, donde los recibió la alcaldesa Sofía Ciércoles (IU) que estaba acompañada de dos concejales de PP y PSOE.


En torno a las 10:30, se produjo la lectura del Manifiesto Verde, y la entrega de un árbol a Ciércoles (un manzano en este caso) como viene siendo habitual en todos los lugares que recorre la caravana. Las palabras de la alcaldesa insistieron en la sensibilización que tiene la población andorrana sobre el medio ambiente plasmada en el desarrollo de técnicas de captura del CO2 y de ahorro de energía.

“Las 3 R”


Los “caravaneros” se dividieron en seis grupos dispuestos a lanzar su mensaje por toda la población, en colegios, institutos, calles y plazas. El grupo de “Las 3 R” (Reducir, Reutilizar y Reciclar), coordinados por Máximo Bolea, acudieron al Centro de Estudios Ambientales ITACA para persuadir a amas de casa y a los más mayores.


La afluencia de público se vio afectada por lo alejado que se encontraba el centro de la localidad y porque la charla coincidía con la boda de la Duquesa de Alba. Sin embargo, las mujeres que acudieron allí estaban muy concienciadas con el desarrollo sostenible e incluso dieron consejos al auditorio como la importancia del prensado de los envases antes de depositarlos en sus respectivos contenedores. Al acabar la presentación, se realizó una muestra de cocina de

concentración solar: un artilugio en forma de parábola que concentra los rayos solares y puede llegar a los 400W de potencia. Se pudieron degustar panceta, chistorra y patatas fritas todo cocinado en dicho instrumento y todos coincidían en su sabor delicioso. En la carpa central, el grupo “Protocolo de Kyoto” tenía una versión mejorada de este instrumento que podía alcanzar los 800W así como un horno solar donde se pudo cocer un bizcocho que sorprendió por su agradable sabor y textura a los transeúntes que pasaban por la intersección de las avenidas Dos de Mayo y San Jorge. Este jueves, la caravana se desplaza a Fraga.