Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El biólogo aragonés Israel Campo Bes publica un estudio en la revista Science sobre transferencia genética en animales

Campo realiza un doctorado en el CRG de Barcelona tras cursar un máster en Biología Evolutiva en diferentes universidades europeas con una beca de posgrado de la Fundación ”la Caixa”.

El biólogo aragonés Israel Campo Bes.
El biólogo aragonés Israel Campo Bes.
Fundación La Caixa

La prestigiosa revista Science acaba de publicar un artículo del biólogo aragonés Israel Campo Bes (Monzón, Huesca, 1997) en el que presenta sus últimos hallazgos sobre transferencia horizontal genética en animales. El estudio, titulado “Transposones similares a virus cruzan la barrera entre especies e impulsan la evolución de incompatibilidades genéticas” ilustra cómo hay fragmentos de ADN que, además de transmitirse de padres a hijos, pueden transferirse horizontalmente entre diferentes especies, dando lugar en última instancia a incompatibilidades genéticas entre individuos de una misma especie. El grupo de investigación liderado por Alejandro Burga, junto con Israel Campo Bes y Sonya A. Widen como primeros autores del estudio, han llevado a cabo esta investigación en el Instituto de Biotecnología Molecular de la Academia de Ciencias Austriaca (IMBA, Viena).

Graduado en Biología por la Universidad de Valencia en 2019, Campo realizó un doble máster internacional en Biología Evolutiva durante dos años en Groningen (Países Bajos) y Múnich (Alemania) con una beca de posgrado en el extranjero de la Fundación “la Caixa”. Como parte del programa realizó dos tesis de master donde investigó: la base genética y evolución del color en el bicho palo (Timema) en Montpellier (Francia) y la evolución de sistemas toxina-antitoxina en gusanos nematodos en Viena (Austria). De esta última estancia deriva el estudio publicado en Science. Campo se encuentra actualmente realizando un doctorado en el Centro de Regulación Genómica (CRG) en Barcelona.

En este estudio de Campo publicado en Science se ha podido determinar el origen evolutivo de una toxina (perteneciente a un sistema toxina-antitoxina) en el gusano nematodo Caenorhabditis briggsae. "Hemos encontrado homólogos de la toxina en otras especies de gusano muy distantes a nivel evolutivo, y hemos visto que la similitud genética en uno de los casos es superior al 95%" comenta Campo. "Las especies transmiten su material genético de padres a hijos. Sin embargo, hemos descubierto que el único fenómeno que podía explicar esta alta similitud es la transferencia horizontal, la transferencia no sexual de material genético entre diferentes especies".

En el presente estudio se ha descubierto que el precursor de la toxina aterrizó en el genoma del gusano Caenorhabditis briggsae a través de la transferencia horizontal de un segmento de ADN similar a un virus llamado Maverick. "El genoma de la mayoría de animales se encuentra bombardeado por secuencias genéticas parásitas (transposones y retrovirus) que conviven con el resto de genes necesarios para construir un organismo. Nuestros resultados apuntan a que el precursor de la toxina fue capturado por un transposón con propiedades víricas llamado Maverick en una especie de nematodo muy distante a nivel genético. Posteriormente fue transferido horizontalmente (probablemente mediante transmisión vírica) al genoma del gusano Caenorhabditis briggsae donde en última instancia dio lugar a la evolución de un sistema toxina-antitoxina", apunta Campo.

El hallazgo podría aplicarse en el desarrollo de herramientas de edición genética en gusanos: "Hemos descubierto que los virus Mavericks han sido transferidos entre distintas especies de gusanos, por lo que creemos que estos segmentos de ADN podrían ser utilizados en el futuro para modificar el genoma de gusanos de relevancia para la medicina y la industria agrícola".

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