Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Alberto Galindo, 'embajador de la ciencia' en Huesca

Alberto Galindo compartió unas horas con los alumnos del IES Ramón y Cajal de Huesca, en el marco del proyecto ?Embajadores de la ciencia?, que llega a distintos puntos de España llevando a científicos de primera línea a los centros donde ellos mismos estudiaron.

Alberto Galindo, durante su visita al IES Ramón y Cajal de Huesca el pasado 29 de abril
alberto galindo
RAFAEL GOBANTES

Desde que terminó el bachillerato, en 1952, Alberto Galindo, catedrático emérito de Física Teórica de la Universidad Complutense de Madrid, no había vuelto al IES Ramón y Cajal de Huesca. El pasado 29 de abril lo hizo como ‘Embajador de la ciencia’ ante los alumnos que hoy estudian en sus aulas. «Fue una avalancha de buenos recuerdos», señala. Entre ellos, rescata un detalle que tal vez fue decisivo en su vida, cuando «cayó en mis manos –tomado de la biblioteca del instituto– un libro sobre la relatividad general de Einstein, lleno de símbolos extraños que me fascinaron». Se titulaba ‘Cálculo diferencial absoluto’ y «no entendía nada del mismo, pero me juré a mí mismo que algún día cobrarían sentido para mí. Y así fue». Su vocación científica fue depurándose en el Ramón y Cajal, «contagiado del entusiasmo derrochado por nuestro profesor de Física y Química (Ramón Martín Blesa)». Pero también le gustaban mucho las letras; por ejemplo, el latín, «quizás porque tuve otro gran profesor, Miguel Dolç y Dolç».


Años después, el instituto le sorprendió obsequiándole con una copia de su expediente de bachillerato y de su examen de ingreso (1945). También acudió una compañera de curso, «que me informó de los avatares del resto de nuestra clase. Y luego ochenta alumnas y alumnos de 1º y 2º de bachillerato de Ciencias, que me aguantaron atentamente durante dos horas y luego me asaetearon con preguntas muy interesantes y oportunas».


El mensaje que quiso trasladarles este eminente científico nacido en Zaidín (Huesca) en 1934 fue «el valor de la ciencia como empresa colectiva, reproducible, acumulativa, universal, y un tanto subversiva (pues está basada en la duda permanente)». Les resaltó «la importancia central de la Física como motor principal de progreso científico en una sociedad del conocimiento y del bienestar. Y, cómo no, «les invité insistentemente a dejarse llevar por la curiosidad de entender el mundo natural desde sus más íntimos entresijos, y a enfrentarse con los grandes problemas científicos abiertos que seguramente solo las mentes jóvenes, rebosantes de lozana creatividad y sin prejuicios, podrán ir resolviendo».


Galindo es el único aragonés que participa en el programa ‘Embajadores de la ciencia’, promovido por la Fundación de Apoyo al Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, junto con las universidades Complutense y Politécnica de Madrid y con el Campus de Excelencia Moncloa, que pretende acercar a los jóvenes las ciencias y las ingenierías.

 

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