El celebérrimo actor de Hollywood Brad Pitt aseguró hace unos días a la revista GQ que padece un trastorno médico que le dificulta reconocer los rostros de la gente con la que está familiarizado y que hace que le consideren distante. Se le conoce como prosopagnosia o ceguera facial, pero ¿en qué consiste?

La prosopagnosia o ceguera facial es un trastorno neurológico que hace que aquellos que lo sufren no logren reconocer las caras ajenas, incluso si han tenido con anterioridad algún contacto estrecho. Según la publicación digital 'mejorconsalud.as.com', este problema tiene su origen en una región del cerebro en la que existe un pliegue del sistema nervioso central, vinculado directamente con la memoria, la percepción y el reconocimiento de los rostros.

En la entrevista mencionada, el actor aseguró que esta alteración le ha llevado a problemas con "mucha gente", puesto que creen que el ex marido de Angelina Jolie les "odia". "Piensan que les estoy faltando el respeto. Creen que soy un engreído, un maleducado y un egocéntrico. Y la cosa va a peor cuando les digo que contextualicen el momento en el que nos conocimos, así que se ofenden aún más", sostuvo.

Estas situaciones son muy comunes para los pacientes que sufren esta irregularidad, por lo que es común que presenten depresiones o ansiedad, ya que afecta a las relaciones sociales sea cual sea el ámbito en el que se den. 

¿Cuáles son las causas de la prosopagnosia?

La mayoría de estudios señalan distintas formas de adquirir este trastorno. En primer lugar, puede deberse a una herencia congénita por lo que dependería de la genética del paciente. Por otro lado, puede adquirirse a lo largo de la vida generalmente causado por accidentes cerebrovasculares, que su vez ocurren si se da una interrupción del flujo sanguíneo, lesiones cerebrales o enfermedades neurodegenerativas, entre las que se encuentra el alzhéimer. 

¿Tiene cura la ceguera facial?

Poco se sabe de la prosopagnosia, así como de si existe alguna cura. Los expertos ofrecen tratamientos limitados a alternativas que puedan mejorar el reconocimiento mediante la identificación de otras características del individuo a reconocer, como podrían ser su forma de hablar, gestos o actitudes. 

No obstante, son pocos los neurólogos especialistas en esta patología, haciendo que su diagnóstico también sea muy complicado de llevar a cabo.