Nunca nada
Me encuentro con un artículo de opinión cuyo titular asegura que "no cabe un evento literario más en España". En realidad, el tema del texto es más bien otro y (oh, sorpresa) cuando se trata de probar esa supuesta agenda excesiva e inabarcable sólo se mencionan algunas librerías de Madrid.
Yo, que vivo en una comunidad autónoma en la que últimamente han desaparecido iniciativas culturales que deberían haberse cuidado y mimado; yo, que resido en un pueblo de una empequeñecida provincia en donde casi nunca hay casi nada; yo, que experimento en tercera persona, y a veces también en primera, lo que cuesta montar un evento literario aquí, no puedo dejar de releer la afirmación con estupor y tristeza. Entiendo que no se debe caer en la trampa de un titular efectista, pero soy incapaz de evitar el escozor porque hay suficientes asociaciones y personas que invierten demasiado tiempo, energías y dinero para conseguir que algo salga adelante en la España que no es Madrid. Y cuesta. Cuesta porque esos euros no se recuperan, incluso porque muy a menudo el autor o la editorial consideran que el nombre de un humilde público puesto junto al de grandes ciudades o festivales desmerece el cartel. En fin. Mientras haya escritores y escritoras que quieran seguir viniendo y público que siga asistiendo a estos actos, habrá que seguir intentándolo: al menos en el mundo rural, siempre estamos a un paso de que nunca haya nada. Intentemos no generalizar con aseveraciones tan falaces y peligrosas y, sobre todo, no tiremos piedras contra nuestro propio tejado. Que para dinamitar la cultura ya están otros.
Ana Muñoz es docente y escritora
