El titular de la política agraria del Gobierno de Aragón, Ángel Samper, paralizó ayer su agenda para recibir en su despacho a varios manifestantes del centenar que llegaron hasta la plaza San Pedro Nolasco, sede de la Consejería, para manifestar su malestar por la situación del campo. 

Es más, él mismo les arengó para seguir adelante con las tractoradas: “Hay que mantener la tensión para que la protesta no sea flor de un día”. Desde que comenzarán las protestas, han sido repetidas las ocasiones en las se ha mostrado muy próximo a las reivindicaciones de los ‘espontáneos’ que participan en las marchas convocadas por redes sociales, al margen de las organizaciones agrarias y sin autorización.

Este jueves, día en el que UAGA y UPA se han manifestado en Huesca con autorización de la Delegación del Gobierno, el responsable aragonés de Agricultura, Ganadería y Alimentación ha ignorado la movilización de las legítimas organizaciones agrarias y ha preferido reunirse en la sede de su Departamento con algunos de los manifestantes que, ante la imposibilidad de llegar con sus tractores al centro de la capital aragonesa, han optado por llevar a pie un documento con sus peticiones. El consejero, uno de los cuatro de Vox en el Ejecutivo autonómico, ha defendido a las organizaciones agrarias, pero ha añadido que “habrá que corregir lo que estén haciendo mal”. Esta contradictoria actitud de quien hasta hace poco más seis meses fuera secretario general de Asaja en Aragón, causa inquietud porque llega en un momento en el que los partidos de ultraderecha europeos están intentando capitalizar las protestas del campo de cara a las elecciones de junio para elegir el nuevo Europarlamento. Las lícitas reivindicaciones del sector primario no podrán encauzarse a través de gestos inapropiados de quien tiene la obligación institucional de participar en la solución, no en las protestas.