La amnistía llega al Senado
Pere Aragonès ha dejado claro en el Senado que el objetivo de ERC pasa por votar en un referéndum de autodeterminación en Cataluña y que la amnistía es el primer paso para lograrlo. El Gobierno no ha estado presente para cumplir su papel de defender la actitud del Estado durante el ‘procés’; como tampoco ha acudido ninguno de los presidentes autonómicos socialistas.
Han tenido que ser los del PP quienes han dado la réplica a un líder de la Generalitat que, en un gesto profundamente antidemocrático, se ha marchado de la sala de plenos sin escuchar a sus homólogos. Está claro que el PP utiliza su mayoría en la Cámara Alta para evidenciar que el PSOE está negociando unas inaceptables cesiones, pero también es obvio que Pedro Sánchez no puede escabullirse de su obligación de informar a los ciudadanos sobre lo que está dispuesto a ceder ante quienes proclaman que, en cuanto puedan, volverán a saltarse la ley.
Pere Aragonès ha tenido ocasión, como es propio de un régimen parlamentario, de exponer su visión de las negociaciones de los independentistas con el PSOE, pero después se ha marchado sin escuchar a los demás presidentes autonómicos. Algunos de ellos, de cualquier modo, han avanzado que recurrirán al Tribunal Constitucional la amnistía si se aprueba. El aragonés Jorge Azcón se ha mostrado categórico al advertir de que será "un presidente rebelde" frente a "cualquier intento por quebrar la unidad de España y romper la igualdad entre los españoles".
El monólogo del líder de la Generalitat, en el que ha ratificado las demandas del separatismo en sede parlamentaria, demuestra que el papel que Sánchez está otorgando a los independentistas ya ha conseguido reactivar el ‘procés’, originando de nuevo el clima de incertidumbre y de ataques al Estado de derecho que estaba superado desde los infaustos hechos de 2017.
