La cuadragésimo segunda edición de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que los Reyes inauguraron ayer en Madrid, impulsa las expectativas de recuperación de un sector esencial para la economía española. 

Y en el que Aragón, con sus entornos naturales privilegiados, su rico patrimonio y sus pueblos emblemáticos tiene mucho que aportar. Y mucho que hacer para desarrollar al máximo su potencial de atraer visitantes y crear riqueza en el territorio.

Aragón quiere resaltar en esta edición los valores de un medio rural que es un imán para quienes buscan experiencias diferentes con las que enriquecer su tiempo libre. En la jornada inaugural, se presentó el hotel de lujo que se estrenará en la restaurada estación de Canfranc a finales de este año. El sector turístico aragonés, que cuenta con numerosas pequeñas empresas dedicadas al ocio o a la hostelería, ha sufrido muchísimo con la pandemia. Debe recibir las ayudas previstas dentro de un clima de colaboración institucional que evite dilaciones y confusión. Pero hay que mirar más allá de la recuperación. El turismo y todas las actividades ligadas a él tienen en nuestra Comunidad un gran potencial. Hay que desarrollarlo protegiendo el medio ambiente, mimando el patrimonio cultural y dando a conocer sus pueblos y ciudades. En el conjunto de España, el sector turístico asume que la recuperación completa del profundo bache de la covid no se alcanzará hasta 2023. La clave estará en el retorno de los turistas extranjeros, que comenzó ya en 2021 y se espera que continúe, con más fuerza, este año. El Gobierno ha previsto un plan de recuperación y modernización dotado con 3.400 millones de euros, pero debiera estudiar la propuesta de algunas asociaciones empresariales que demandan que el turismo cuente con un proyecto estratégico propio para la recepción de fondos europeos. El turismo es uno de los pilares que sostienen la estructura económica en nuestro país y hay que cuidarlo.