El volcán de La Palma continúa activo
'Ceniza'
Ángel Medina

Todo lo cubre la lava. 

Las imágenes de la Palma son espeluznantes. “Mi corazón sabe a ceniza y con el llanto y la fatiga se me anuda la garganta”, escribió Malcolm Lowry en “Bajo el volcán”. Nadie sabe cuánto durará la tragedia. Me pongo en situación. ¿Qué me llevaría si tuviese que huir sabiendo que mi casa está a punto de desaparecer bajo la lava? Supongo que estaría muy nerviosa, moviéndome como un ratón asustado. Será un viaje sin retorno y hay que elegir bien lo que te llevas, solo aquello con un alto valor sentimental, como un reloj que me regaló Antoine al poco de conocernos. No podría dejar varios cuadros: un bodegón con flores de María Luisa de la Riva, un crepúsculo de Pepe Cerdá, un retrato que me hizo Alfredo Cabañuz (mi querido primo), una Santa Bárbara muy antigua que siempre me ha caído bien. Y luego los libros dedicados por mis amigos escritores, pero como pesarían demasiado, tendría que elegir solo aquellos amigos que ya no pueden firmar porque se fueron dejándonos su gran ausencia. Me veo recogiendo unas pocas fotos, entre ellas una de la boda de mis padres que tengo en un marquito de plata sobre mi escritorio; una Polaroid con mi amiga Rebeca en la presentación de un libro de Ignacio Martínez de Pisón; y una en la que salgo de la mano con mi amiga Ana Bendicho porque siempre me hace sonreír. Pero si la lava estuviese ya llegando a mi casa y no tuviese tiempo de llevarme nada, solo cogería mi bolso, como todas las mañanas cuando voy a ver a mi madre y, antes de salir, compruebo que no me olvido las llaves.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión