Responsabilidad colectiva

Aragón continúa en el ojo del huracán de la progresión de la pandemia. Y Zaragoza es ahora el punto que suscita más preocupación, pues en la capital y su entorno se está produciendo la llamada ‘transmisión comunitaria’. A la espera de ver cómo evolucionan los datos tras la recomendación del confinamiento voluntario, hay que insistir en que cuanto mayor sea la responsabilidad de los ciudadanos, menores serán las restricciones que las autoridades deban imponer.

Aunque la DGA no facilita datos oficiales los fines de semana, diversas fuentes permiten calcular que ayer se registraron en Aragón alrededor de 300 diagnósticos de covid-19, la mayoría de ellos en Zaragoza capital, aunque con cifras también significativas en Fraga y en Caspe. Nuestra Comunidad sigue siendo, por tanto, una de las que tienen mayor incidencia de la enfermedad en estos momentos. Afortunadamente, el aumento acelerado de casos no se ha traducido -y esperemos que continúe siendo así- en un incremento igualmente pronunciado de las hospitalizaciones. Permanecen ingresados menos de cien pacientes de covid, cuando en los momentos más graves de la primera oleada llegaron a superar los dos millares. Sí que se está produciendo, debido a la realización de los test que requieren los rastreos, una creciente presión en algunos centros de salud, cuyos profesionales reclaman un necesario refuerzo. 

Según cómo evolucionen las cosas en los próximos días, es posible que las autoridades sanitarias tengan que añadir nuevas restricciones en las áreas más afectadas, restando a la fase 2 la flexibilidad con la que hasta ahora se ha aplicado. La mejor contribución que todos podemos hacer para evitar que sean necesarias medidas más duras será actuar con responsabilidad, cumpliendo las normas y siguiendo en todo lo posible las recomendaciones que hasta ahora se han realizado. El comportamiento insolidario de unos pocos puede causar a todos un gran daño.