FOTOGRAFÍA. OCIO Y CULTURA
La pasión sensual y artística de Jalón Ángel por las mujeres de su tiempo en una muestra
El Archivo del fotógrafo y la Universidad San Jorge exponen en la plaza de Santa Cruz una colección de sus retratos femeninos
‘Presencias. El universo femenino en la obra de Jalón Ángel’ es una exposición que se acaba de inaugurar de 21 retratos del pintor y fotógrafo Jalón Ángel, nacido en Viana (Navarra) en 1898, que se formó en en París y que se instaló en Zaragoza en 1926, al adquirir el estudio de Dücker (se trasladaba a Sevilla), y falleció en Zaragoza en 1976. Tuvo un estudio muy bien considerado en la calle Alfonso y en Espoz Mina, y tocó todos los géneros: viajes, reportajes, arquitectura y, sobre todo, retrato.
Ha sido objeto de distintas exposiciones y monografías, entre ellas ‘Jalón Ángel (1898-1976). Más allá del fotógrafo’ (Tirant Humanidades) de la fotógrafa e historiadora del arte Pilar Irala. Su vasto archivo ha pasado a la Universidad San Jorge, que presenta en el Edificio Grupo San Valero esta cuidada muestra que recoge “la mujer en la obra privada y pública”, entre los años 30 y 70. Son fotos muy cuidadas, sobre todo en blanco y negro, pero también incorpora retratos, en color, entre ellos uno de la futura Reina Sofía, tomado en 1968,
En la muestra hay un poco de todo: hay algunas instantáneas tomadas antes de la Guerra Civil en sus viajes en los años 30 en Francia, pero también en las playas de San Sebastián o, en una aproximación que recuerda la estética de Ricardo Compairé, a las ‘Mujeres del Pirineo. Sallent de Gállego’ y, la más antigua, una de las mujeres de su familia, en Sierra de Codés (Navarra), datada en 1927. Otra foto muy sugerente, que hace pensar en otro maestro como Nicolás Muller, es la de ‘Las lavanderas’ de Calatayud, años 40.
Dos de las piezas que no pasan inadvertidas son dos auténticos retratos de carácter: ‘Mujer con mantilla’, de la Zaragoza de los años 30, y la actriz Irene López de Heredia, en 1934, a la que retrató en varias ocasiones. En ambas, como le gustaba hacer, ya fuese con una toma frontal o con una luz oblicua, subraya la fuerza de los ojos y ensaya una atmósfera etérea. El humor, o la ternura, asoma en un retrato de grupo, en color: cuatro jóvenes que parecen camareras o asistentas, con sus cofias y delantales de puntillas, celebran la primera comunión de Gerardo, hijo de Jalón Ángel, en 1956.
La citada Pilar Irala es la comisaria de esta exposición que intenta ampliar la visión de este maestro, retratista personal de Franco en varias ocasiones, y cuenta con la colaboración de Ramón Albero. Dicen en la hoja de sala: “Hemos descubierto que la presencia femenina en la obra de Jalón Ángel es continua y variada. Jalón se interesó por las personas, y el universo de la mujer está muy presente como una parte fundamental del mundo en que vive. Además, Jalón tiene la habilidad de retratar a grandes personalidades o a desconocidas de pequeños pueblos con la misma dignidad y respeto”. Pilar Irala va un poco más allá y agrega: “Su estética varía de lo más institucional y reposado en su estudio, a lo más espontáneo e incluso alegre y divertido en sus viajes, usando tomas en picado y contrapicado e incluso a nivel, lo que nos permite situarnos a la altura de las retratadas y acercarnos, de esa forma, a su universo”.
Jalón Ángel es un artista y artesano de mirada moderna y era un buscador incesante de belleza que halló en la mujer una musa, un desafío y un continente de hechizo y misterio. La muestra estará abierta hasta el 28 de junio.
