La ‘Jota de Antonio Gades’ se reestrena en el Principal más de 40 años después

La compañía del bailarín recupera esta pieza en un espectáculo que desde hoy recala en el coliseo zaragozano. Cuenta con la colaboración de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Zaragoza.

El bailarín Antonio Gades, con cachirulo, bailando 'su' jota.
El bailarín Antonio Gades, con cachirulo, bailando 'su' jota.
Heraldo.es

El Teatro Principal de Zaragoza trae hoy (20.00) a su escenario una de las grandes apuestas de la temporada, coincidiendo con la festividad de la Cincomarzada. El coliseo bicentenario acoge hasta el 5 de marzo un programa doble de la compañía Antonio Gades, que regresa a Zaragoza tras representar ‘Carmen’ (2021) y ‘Fuego’ (2022), y lo hace con ‘Bodas de Sangre’ –en el marco de la gira que conmemora el 50º aniversario de esta coreografía– y la ‘Suite flamenca’, incluyendo además el reestreno de una jota coreografiada por Antonio Gades en la década de los 70 que no había vuelto a ser interpretada desde entonces.

Eugenia Eiriz y María Esteve, directora general y presidenta de la Fundación Antonio Gades, y académicas de honor de la Academia de la Jota de Aragón, presentaron ayer en Zaragoza esta nueva propuesta de la compañía Antonio Gades, acompañadas por la concejal de Cultura, Sara Fernández, el gerente del Patronato Municipal de las Artes Escénicas y de la Imagen, José María Turmo, y el presidente de la Academia de las Artes del Folclore y la Jota de Aragón, Carmelo Artiaga.

«‘Bodas de sangre’ es una coreografía que se remonta a un Gades en su plena capacidad expresiva y que se ha mantenido en el tiempo como una de las grandes producciones. Esta es una compañía a la que se puede ver en la Arena de Verona, en los grandísimos escenarios de Europa y del mundo, y que se explica artísticamente por sí misma», subrayó Turmo.

El gerente señaló el guiño especial que se ha hecho al recuperar la ‘Jota de Antonio Gades’, una pieza de siete minutos y medio que lleva más de cuatro décadas sin representarse sobre un escenario y que el bailarín alicantino coreografió en su afán permanente de investigación y de profundización en el baile popular, «porque él fue uno de los grandes renovadores que descendió a lo que el entendía como la raíz del pueblo, donde se encontraba la esencia del baile popular español», añadió Turmo.

«Esta jota es muy desconocida en Aragón, se ha bailado sorprendentemente en la Unión Soviética y en Japón, pero no se conoce en Zaragoza. Es hora de retomarla», señaló.

Para ello se ha contado con la colaboración de la Orquesta Sinfónica Ciudad de Zaragoza, que grabó la música de esta pieza, con arreglos y dirección de Juan Luis Martínez, en el Auditorio de Zaragoza en el mes de enero. El remontaje de la coreografía ha corrido a cargo de Stella Arauzo, directora artística de la compañía, y Carmelo Artiaga, y cuenta con el bailador Juan Carlos Aguayo (Baluarte Aragonés) como artista invitado y con las bailarinas solistas Cristina Carnero y Virginia Guiñales.

Disciplina, emoción y amor

«De los tres últimos años que hemos venido a Zaragoza este es el más especial –confesó María Esteve–, porque este guiño, esta recuperación de la jota y esta colaboración tan estrecha que hemos hecho me parece muy bonita. Poder compartirla y traerla aquí, donde tantas alegrías nos ha dado el público de Zaragoza, porque es instruido, aparte de que es una ciudad que cuida tan bien de sus danzas, es maravilloso».

En palabras de Esteve, Gades «era la danza, la disciplina, pero también la emoción, el amor, el subtexto... sus coreografías son danzas que los eruditos disfrutan, pero son para todo el mundo y, concretamente, ‘Bodas de sangre’ tiene algo muy especial: un vínculo muy estrecho con los nuevos públicos y las nuevas generaciones porque les toca directamente el corazón y habla de las emociones que tanto ellos como nuestros mayores reconocen».

La directora de la fundación, Eugenia Eiriz indicó que, aunque la jota solo es una parte del espectáculo que la compañía representa estos días en el Principal, «tiene una importancia enorme. En ella se ven ecos coreográficos de la danza clásica, con 16 bailarines en escena».

Eiriz también se refirió a ‘Bodas de sangre’ como una «piedra angular en el mundo de la danza española, y más específicamente de la danza flamenca», expresó.

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