Espléndido fin de temporada
La Orquesta Reino de Aragón y el coro Amici Musicae, bajo la dirección de Ricardo Casero, cerraron la Temporada de Grandes Conciertos el viernes con el ‘Requiem’ más personal de la extensa saga de composiciones que han recurrido a esa fórmula con motivaciones diversas. El denominado ‘Alemán’, de Brahms, escapa a cualquier sistematización intencional, religiosa y hasta lingüística. Tanto el conjunto orquestal como el coral afrontaron con refinada elegancia su primer tracto ‘Selig sind, die da Leid tragen’, para pasar seguidamente a un episodio de carácter más trágico, el titulado ‘Denn alles Fleisch’, que no obstante contiene compases de contrastado lirismo, bien definido por la cuerda de sopranos hasta el final anunciado por un solo de trompa, contenido pero contundente, que hizo regresar al espíritu original del texto. La enérgica gestualidad de Ricardo Casero reforzó el espíritu dramático que guió la intervención del coro hasta la conclusión de este segundo episodio.
Con el barítono Isaac Galán en el escenario se abrió el tercer número, ‘Herr, lehre doch mich’, en un diálogo solista-coro bien definido. La conjunción de coro y orquesta dotó al pasaje de un sentido lírico acorde con el texto que soportan los compases musicales, con notoria armonía entre las familias instrumentales.
En el ‘Ihr habt nun Traurigkeit’, la soprano polaca Iwona Sobotka, dotada de un timbre limpio, brillante y potente, tan bien elegida como el barítono, imprimió a la obra un relieve dramático acorde con la inspiración de Brahms. Su poderosa voz se apoderó de los espacios de la sala Mozart con un acompañamiento orquestal muy bien matizado por Ricardo Casero. La nueva intervención de Galán consolidó la magnificencia de este emblemático ‘Requiem alemán’. Tanto la orquesta como el coro alcanzaron una de las cimas de la temporada.
