música
Santiago Auserón se reinventa de nuevo tras 30 años como Juan Perro
Al frente ahora del grupo Academia Nocturna, el zaragozano va a apostar por la improvisación y los ritmos bailables.
Santiago Auserón (Zaragoza, 1954), una de las voces fundamentales de la música popular española, conoció el éxito masivo sin renunciar a la libertad creativa al frente de uno de los grupos que trascendieron desde la Movida madrileña: Radio Futura.
Disuelta esta banda, inició una carrera en solitario de audiencias más modestas en la que no ha dejado de agrandar un cancionero brillante aproximándose al son cubano y otros ritmos latinoamericanos –luego también al rock más clásico de los 50 y al jazz– tras reencarnarse hace 30 años como Juan Perro. Ahora comunica que deja atrás esta segunda etapa de mestizaje y se reinventa otra vez, recuperando su nombre propio, como Santiago Auserón y su Academia Nocturna.
En un escrito en sus perfiles en las redes sociales, el zaragozano hace este anuncio y sugiere algunas claves de por dónde irá el nuevo proyecto, al que presenta como «un taller de creación y aprendizaje musical itinerante».
Según explica, la improvisación –con la que se ha familiarizado en los últimos años al colaborar con músicos de jazz– será determinante tanto en la composición de nuevas canciones como en su interpretación. «El rasgo predominante de esta creación en directo es la energía comunicativa, con atención especial al ritmo bailable», dice, al tiempo que proclama su aspiración de «seguir abriendo caminos para la música popular cantada en español».
Santiago Auserón, que en las pasadas Fiestas del Pilar fue distinguido como hijo predilecto de Zaragoza, aprovecha este anuncio para reafirmarse en su independencia, ajena a «los productos industriales al servicio de la comercialidad» que –dice– monopolizan las plataformas digitales. «Nuestras ideas viajan por otros caminos: los de la comunicación sin mediaciones, cuyo registro principal es la memoria compartida con el oyente, por medio de la palabra, la música y un sonido eléctrico con solera. De manera que nuestro público asiste en cada concierto al acto de invención musical y poética».
