Blog - Los desastres de la guerra

por Gervasio Sánchez

narrativa aragonesa. artes & letras

Ignacio Martínez de Pisón relata la crónica de la resaca del odio del Madrid de posguerra

El escritor zaragozano, Premio Nacional de Narrativa con 'La buena reputación', compone un friso de vileza y miedo en 'Castillos de fuego'

Ignacio Martínez de Pisón ha escrito la novela más ambiciosa de su carrera.
Ignacio Martínez de Pisón ha escrito la novela más ambiciosa de su carrera.
Guillermo Mestre.

Ignacio Martínez de Pisón (Zaragoza, 1960), paso a paso, sin prisa alguna y sin divismos, sin preocuparse del escalafón, ha ido armando una obra narrativa y ensayística muy rica, plena de coherencia y de búsqueda. Lejos de los énfasis, de las batallas literarias del prestigio y de las ventas, ha trabajado a favor de una obra compleja y muy completa sobre la historia de España, y de Europa en buena medida, centrada en los siglos XX y el XXI.

Le ha interesado casi todo, y ha dicho que allá donde no ha llegado su imaginación –que la tiene, y en abundancia, y no hay más que ver libros como ‘El amor nuevo’, ilustrado por Jorge Gay–, han llegado su curiosidad, su actitud, su compromiso y su deseo de ir hasta al fondo. En sus libros, siempre hay crónica, es decir relato y mirada, y hay interpretación; sin ser un filósofo ni un pedagogo, si podría tener alma de entomólogo social, minucioso, y se pueden extraer muchas conclusiones de sus ficciones. Escriba de lo que escriba. En realidad, escribe de un tiempo, de una sociología, de un contexto, del peso de la existencia y sus circunstancias. Escribe, ante todo, sin ponerse ni empalagoso ni trascendente, del ser humano y de sus grandezas y sus miserias con una prosa casi miniada, casi invisible por natural, tranquila, elaborada con la distancia justa, como si reflejase en el espejo del mundo su caligrafía, sus sentimientos contenidos, su pasión por la corriente alterna de la vida.

Martínez de Pisón lo cuenta todo. Y lo hace con una falsa frialdad, con un bisturí impecable, sin temor a ser exhaustivo o miniaturista, sin temor a bordear cierto costumbrismo de contienda y escenografía

Lo ha dicho ya unas cuantas veces. El autor de ‘La ternura del dragón’ y de los cuentos ‘Alguien te observa en secreto’, traductor de autores italianos y admirador del realismo sucio, especialmente de Carver y de Tobbias Wolff, dio un giro a su trayectoria con ‘Carreteras secundarias’, un libro a cuyo espíritu volvió, en cierto modo, con ‘Derecho natural’, que tiene algo de reescritura con más humor y con más extravagancias reales, e incluso con mayor desparpajo: el siempre pudoroso Pisón se atreve a abordar escenas de sexo sin temor a resultar ridículo y halla esa ironía y ese desparpajo que tanto le gustan.

La ficción y el periodismo

Con ‘Carreteras secundarias’ puede decirse que renació el autor de ‘El tiempo de las mujeres’ y de ‘Enterrar a los muertos’, que quizá sea el libro más capital y determinante de su trayectoria: en la historia de José Robles Pazos captó un tema de fondo que le ha interesado de formas muy distintas, después, en ‘Dientes de leche’, en ‘El día de mañana’ (que podría leerse como la inmensa y escabrosa mancha de aceite de la posguerra y del franquismo), en el ensayo ‘Filek’ y, muy especialmente, en ‘Castillos de fuego’, su nueva novela, que abarca un período de seis años, desde 1939 hasta 1945, distribuida en cinco libros, con diferentes niveles de continuidad y con seres de carne y hueso, es decir, contradictorios, víctimas y verdugos, perseguidos y perseguidores, acuciosos, malvados, tiernos y viles, es decir, ferozmente humanos. La existencia es eso: aguantar en el alambre de la paradoja, a punto de desplomarse o de elevarse por los aires, y mientras ir yendo, resistir, vivir y sobrevivir, gozar y sufrir, buscar el camino a casa.

Si ‘Enterrar a los muertos’ es un libro esencial en la trayectoria de Pisón, la ‘historia real’ que nace de su investigación y de su alma de detective, también ha habido algo decisivo en la carrera del autor de ‘María Bonita’: su interés por el periodismo y la práctica de él que ha hecho durante mucho tiempo. Ha sido, y es, articulista en varios medios y desde hace algunos años, cada quince días, los viernes publica un texto extenso en ‘La Vanguardia’. Ahí ha tratado temas que han pasado a sus novelas, investigaciones, materiales de actualidad candente. Ha sido crítico y franco con el secesionismo, por ejemplo. La Guerra Civil ha asomado en ocasiones y en temas centrales y colaterales que es fácil ver o registrar en ‘Castillos de fuego’, un gran entramado de cómo fue el franquismo inicial y la lucha por la supervivencia, contra la depravación, la violencia y el pánico.

Martínez de Pisón narra cinco historias con elementos de continuidad sobre la supervivencia, el miedo y la miseria en Madrid.
Martínez de Pisón, aquí en el interior de HERALDO, narra cinco historias con elementos de continuidad sobre la supervivencia, el miedo y la miseria en Madrid.
Guillermo Mestre.

Los seres, el contexto el ánimo

El autor aragonés ha tenido en cuenta algunos modelos: ‘El laberinto mágico’ de Max Aub, los libros de Juan Eduardo Zúñiga, ‘A sangre y fuego’ de Manuel Chaves Nogales, la serie novelesca de Almudena Grandes y ‘Madrid 1945’ de Andrés Trapiello. En contra de lo habitual en él, Pisón se ha ido a Madrid. Se documentó mucho, hizo un mapa de la ciudad y de los lugares de asueto, de poder, de ominosas clandestinidades. Y a través de sus personajes, arrebatados de imperfecciones, traza un panorama totalizador de cuánto sucedía. Lo hace a su modo, como si fuera un John Ford o un Howard Hawks de las letras. Él está pero no se ve, usa la voz omnisciente, compone, encuadra, recrea atmósferas y secuencias, y sabe dotar a sus criaturas de esos atributos donde está todo: la vulnerabilidad, la injusticia, la rabia, el deseo y el sexo, la delación, la perversidad y el afán de supervivencia.

Martínez de Pisón lo cuenta todo. Y lo hace con una falsa frialdad, con un bisturí impecable, sin temor a ser exhaustivo o miniaturista, sin temor a bordear cierto costumbrismo de contienda y escenografía y, sobre todo, sin miedo a zambullirse en un asunto del que parecíamos saberlo todo, contando historias de falangistas, franquistas y comunistas, de tullidos físicos y mentales, de costureras, taquilleras y prostitutas, de profesores represaliados, de maquis de incierto destino, historias sin esperanza que nos dejan temblando: en aquella España, furiosa de venganza, no parecía haber esperanza y los fusilamientos estaban al orden del día. En medio de todo ello, Ignacio Martínez de Pisón se alza con su escritura eficaz, sin tendenciosidad, y halla el curso de los cuerpos, las almas y las ideas a la deriva. El naufragio era absoluto y la resaca de odio tan grande como el mar.

LA FICHA

Letras aragonesas

'Castillos de fuego'. Ignacio Martínez de Pisón. Editorial Seix Barral: colección Biblioteca Breve. Barcelona, 2023. 682 páginas.

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