El día en que José Luis Balbín llevó a 'La clave' al aragonés que inventó la fregona
El histórico debate televisivo, que tuvo 408 programas en TVE, fue fundamental en el desarrollo de la Transición
El 14 de agosto de 1992, 'La clave' dedicó su programa al tema de '¿Quién es profeta en qué tierra?'. La lista de invitados resume bien a las claras la filosofía del programa. En la mesa de debate, el aragonés Manuel Jalón, inventor de la fregona; Francisco Scrimieri, industrial italiano en España; Jorge Cervos, neuropatólogo de Alemania; José Antonio Jáuregui, antropólogo; y Luis Rojas Marcos, psiquiatra en Estados Unidos. El debate fue rico, poliédrico, enriquecedor.
'La clave' se emitió por primera vez el 18 de enero de 1976 y lo hizo de una forma callada. Los directivos de Televisión Española, con su director, Rafael Ansón, a la cabeza, no confiaban lo más mínimo en el éxito de una fórmula hasta entonces inexplorada pero muy sencilla: celebrar un debate tras la emisión de una película que fuera con el tema que luego se analizaría. Pero 'La clave', de manera insospechada, se convirtió en el símbolo televisivo de las libertades recién estrenadas.
Fue el programa pionero en España en la fórmula del cine-debate, aunque seguramente inspirado en un éxito de la televisión francesa, 'Les dossiers de l'ecran', y ningún tema le era ajeno. Abordaba cuestiones como 'Las reformas constitucionales' con el mismo empeño que 'Se busca piso', 'Dios y la Iglesia', 'La huelga en los transportes', 'El salario justo', 'Divorciarse de los padres', 'Vuelva usted mañana' o 'La novela rosa'.
No fue el suyo un camino alfombrado. Estrenado con la muerte de Franco aún reciente, entonces era una gran novedad debatir con independencia y sin tapujos sobre la droga, el juego, que entonces estaba prohibido, o la libertad de expresión. Por eso, ya el programa número 13, precisamente dedicado a la libertad de expresión, fue prohibido y no pudo emitirse. Luego fue suprimido en varias ocasiones más, mientras se insistía, una y otra vez, en que se programara en diferido, algo a lo que Balbín siempre se negó.
Fueron en total 408 'claves', 2.708 invitados, y ninguno de ellos despertó indiferencia. En las butacas del programa se sentaron Olof Palme, Neil Armstrong, Mário Soares, Truman Capote o J. K. Galbraith. Pero las fricciones entre Televisión Española y Balbín fueron constantes, hasta que en diciembre de 1985 Balbín, con José María Calviño en el ente público, fue apartado de la dirección del programa por haber cambiado a unos invitados "de forma injustificada y unilateral". Su relevo fue anunciado por la cadena pública con la lectura de una nota en la que se calificaba de "grave arbitrariedad y descortesía para invitados y espectadores", sin otro límite que "el capricho o los intereses del director del programa". El despido era tan grosero que Balbín denunció a TVE por "intromisión ilegítima contra el honor" y el Supremo le acabó dando la razón en 1989.
Para entonces Balbín ya se había convertido en uno de los periodistas más prestigiosos de España. Colaborador durante años en las páginas de opinión de HERALDO, todavía se recuerda en Barbastro que en 1987 inauguró su XX Semana Cultural.
'La clave' tuvo una segunda etapa, entre 1990 y 1993, en Antena 3 Televisión, pero ya no fue lo mismo. El programa acabó siendo relegado a un horario tan de madrugada, que en algunas emisiones Balbín saludaba diciendo: "Buenos días, señores y señoras" para pedir disculpas a continuación por el horario. En junio de 1993 Antena 3 suspendió el programa, que ya había sufrido un importante corte en su duración, alegando que se debía "a la necesaria renovación y modernización de los programas", motivos empresariales y de caída de audiencia. Pero la sombra de duda de que existían motivos políticos nunca llegó a disiparse.
Balbín continuó con su trayectoria periodística, en todo tipo de medios, pero siempre estará vinculado emocional e informativamente a 'La clave', considerado por la Academia de Televisión como uno de los diez mejores programas de la historia del medio en España. Por él recibió en 2015 el Premio Nacional de Televisión y, hoy, sigue en el recuerdo de todas las generaciones que vivieron la Transición.
