Gerardo Olivares presenta en Zaragoza '4 latas'

Para su nueva película, ‘4 Latas’, que se estrena el próximo día 1 de marzo, Olivares se ha llevado a todo el equipo al Sáhara, a Merzouga y Erzoud, en Marruecos

El cineasta Gerardo Olivares y la actriz Susana Abaitua, el jueves en Zaragoza.
Gerardo Olivares presenta en Zaragoza '4 latas'
Toni Galán

Decía ayer en Zaragoza el director de cine Gerardo Olivares que conoce todos los desiertos del mundo. "Todos, excepto el de Australia, que lo guardo para la jubilación". Para su nueva película, ‘4 Latas’, que se estrena el próximo día 1 de marzo, Olivares se ha llevado a todo el equipo al Sáhara, a Merzouga y Erzoud, en Marruecos, para rodar una historia a medias ficticia y a medias real, basada en las aventuras del cineasta Cordobés. La película se presentó este jueves en Zaragoza dentro del Ciclo de Directores que organiza Cines Palafox, que incluyó un coloquio con el público asistente.

El filme ‘4 latas’, protagonizado por el francés Jean Reno, el hispano-libanés Hovic Kauchkerian y los españoles Susana Abaitua, Arturo Valls y Quique San Francisco, cuenta el viaje en un viejo coche, un 4 latas, por el Sáhara. "Está basada en mis propias vivencias durante los 90 en Marruecos, cuando me fui con un Seat Panda hasta la frontera con Mali y allí conocí a unos franceses que vendían coches entre países. Ellos son los protagonistas", destacó Olivares.

Estuvo también en Zaragoza la actriz Susana Abaitua, que interpreta en el filme a Ely, la hija del protagonista. "Rodar en el desierto ha sido una aventura en sí misma. Tormentas de arena, conversaciones bajo las estrellas, alguna borrachera... Al terminar el rodaje, se había creado un grupo de amigos. Hubiera deseado regresar a España en el Jeep de Gerardo, pero tuve que regresar en avión. Él, tan aventurero como siempre, lo hizo en coche", dijo.

La pasión del cineasta por viajar (su película ‘14 kilómetros’, por la que ganó la Espiga de Oro en 2007, estaba también ambientada en el desierto) viene de la infancia, "cuando tuve que pasar años en un internado. Al salir, le pedí a mi hermano la Vespa y me fui hasta Laponia. Desde entonces, solo he querido recorrer el mundo".

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