A la hora de elegir un seguro de coche son muchos los factores a tener en cuenta: coberturas, kilómetros que se recorren al año, edad del tomador de la póliza... En el caso de vehículos clásicos e históricos, este tipo de documentos se pueden suscribir con aseguradoras especializadas que ofrecen productos que en muchos casos suponen un coste menor que para un automóvil nuevo.

Por lo general, este tipo de coches no recorren muchos kilómetros a lo largo del año. Principalmente, se emplean para desplazamientos y exhibiciones en concentraciones de vehículos clásicos e históricos y por eso sus pólizas no son tan elevadas como a priori se podría pensar.

En el mercado de las aseguradoras existen varias compañías que ofrecen servicios específicos para este tipo de automóviles. Una de ellas es Zalba-Caldú, una correduría de seguros zaragozana especializada en los sectores de vehículos clásicos, caravaning y camping, y que permite, entre varias opciones, asegurar un coche clásico e histórico desde 32,89 euros.

Para ello solo es necesario aportar la documentación requerida, entre la que que figura el permiso de circulación y la ficha técnica para cotejar que el vehículo tiene más de 25 años de antigüedad desde la primera matriculación. También se piden algunos requisitos como que el conductor tenga más de 25 años de edad, dos de antigüedad en el permiso de conducir y que disponga de otro coche de uso habitual, reservando el que quiera asegurar para uso lúdico.

Desde el departamento de márquetin de Zalba-Caldú explican que el precio de la póliza “se establece en función de la antigüedad, a nivel genérico, y suele ser más económico cuantos más años tenga el vehículo. En general, este tipo de vehículos tienen una siniestralidad baja pero es cierto que si tienen menos años es factible que el usuario pueda utilizarlo para otros fines, por lo que el precio aumentaría”.

El precio de una póliza de seguros para estos automóviles alivia el alto coste que supone el mantenimiento y puesta a punto de estas piezas de coleccionismo. Por el contrario, ese desasosiego brilla por su ausencia en lo que respecta a las bonificaciones del 100% que hasta hace tres años disfrutaban en el impuesto de circulación en la capital aragonesa. Desde 2013, el Ayuntamiento de Zaragoza exige a los dueños de estos vehículos pagar un tributo del que hasta entonces habían quedado exentos. Esta medida provocó un éxodo de vehículos clásicos de Zaragoza otras ciudades españolas donde sigue vigente la bonificación total de ese pago.

Viejo, clásico o histórico

No es lo mismo un coche viejo que uno clásico o uno histórico. La diferencia estriba en los años de antigüedad, el año de matriculación y una serie de requisitos que deben cumplirse para su consideración en cada caso. Los vehículos viejos son aquellos que tienen más de 10 años; los clásicos, más de 25 y los históricos, los que reúnen un conjunto de condiciones reflejadas en el Real Decreto 1247/1995, de 14 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Vehículos Históricos.

Entre ellas, que tengan una antigüedad mínima de 25 años contados a partir de la fecha de su fabricación y que sus piezas constitutivas hayan sido manufacturadas en el período de producción normal del tipo o variante de que se trate y de sus recambios, “con excepción de los elementos fungibles sustituidos por reproducciones o equivalencias efectuadas con posterioridad al período de producción normal, que habrán de hallarse inequívocamente identificadas”, según detalla el reglamento.

También pueden ser considerados históricos “los vehículos incluidos en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español o declarados bienes de interés cultural y los que revistan un interés especial por haber pertenecido a alguna personalidad relevante o intervenido en algún acontecimiento de trascendencia histórica, si así se desprende de los informes acreditativos y asesoramientos pertinentes, -precisa el texto- así como los vehículos de colección, “entendiéndose por tales los que, por sus características, singularidad, escasez manifiesta u otra circunstancia especial muy sobresaliente, merezcan acogerse al régimen de los vehículos históricos”.