Sánchez se viste la camiseta del PSC ante un 12-M que elige entre "Illa o bloqueo"

Los socialistas se conjuran para "ganar, gobernar y abrir una nueva" etapa en Cataluña

Pedro Sánchez, y el candidato del Partido Socialista Catalán, Salvador Illa, este jueves, en un acto de campaña del PSC en Sant Boi (Barcelona)
Pedro Sánchez, y el candidato del Partido Socialista Catalán, Salvador Illa, en un acto de campaña del PSC en Sant Boi (Barcelona)
Albert Gea

Un total de 5,7 millones de catalanes están llamados este domingo a votar. En sus manos está decidir si la política catalana pasa página al 'procés' o si esta senda se reactiva. Hay una tercera opción, el bloqueo, que nadie sea capaz de armar una mayoría de investidura y haya que repetir elecciones. Las encuestas apuntan a que Salvador Illa puede ganar estas autonómicas. Pero Carles Puigdemont, que está ante la última oportunidad de su carrera, le pisa los talones. La promesa de su regreso, esté en disposición de ser investido o no, ha sido su principal reclamo de campaña. Y ha conseguido neutralizar el efecto del amago de retirada del presidente del Gobierno, anunciado un día antes del inicio de la campaña.

Illa puede ganar, pero puede ser un triunfo agridulce si se queda a las puertas de gobernar, como ya le ocurrió a él mismo en 2021 o a Inés Arrimadas en 2017. Pedro Sánchez se ha volcado en la campaña catalana. Se la juega, tras pactar con los independentistas a cambio de la ley de amnistía. Su apuesta por la normalización política de Cataluña se examina en las urnas. La agenda del reencuentro puede saltar por los aires si Puigdemont reedita la mayoría secesionista. A un mes de las elecciones europeas, el presidente quedaría tocado.

Sánchez echó este viernes el resto. Por la mañana, visita a Tarragona y baño de masas en el mercado de la ciudad. Contacto con la gente. Por la tarde, en el quinto mitin con su presencia de la carrera hacia el 12-M, se arremangó literalmente con la candidatura de Illa y hasta se puso una camiseta, con el logo del exministro, para llamar a la movilización. Su objetivo es que el PSC pueda "ganar, gobernar y abrir una nueva etapa" en Cataluña. El dilema este domingo, a su juicio, es "Illa o bloqueo".

El presidente del Gobierno recordó los años del 'procés' y responsabilizó de la "quiebra de la convivencia" a "dos presidentes de derechas", en alusión a Mariano Rajoy y a Carles Puigdemont. "Dos presidentes socialistas en Madrid y Barcelona" resolverán los desafectos y los desencuentros, volvió a conjurarse. Y acabó citando a Aznar y su ya célebre "quien pueda hacer, que haga". "Quien pueda votar, que vote a Illa", parafraseó. Los socialistas buscan el 'hat-trick': presidente del Gobierno, presidente de la Generalitat y alcalde de Barcelona, como en la época de José Luis Rodríguez Zapatero. Hoy les falta el Palau de la Generalitat.

4.000 simpatizantes

Unas 3.500 personas llenaron el pabellón del Valle de Hebrón, en la capital catalana, además de las 500 que se quedaron fuera. Lejos quedan las campañas en que el PSC llenaba el Palau Sant Jordi, al calor de las promesas de un nuevo Estatuto. En cualquier caso, fue la mayor asistencia de toda la campaña entre todas las formaciones.

Los indecisos, en torno al 40%, tienen la llave del resultado del 12-M. Illa apeló directamente al votante socialista clásico, al elector de izquierdas, al que está pensando en la abstención, a los soberanistas "despistados" que no acaban de tenerlo claro, así como a los jóvenes y a las mujeres. Solo hay dos opciones, recalcó el candidato socialista: seguir como hasta ahora, con una mayoría independentista que a sus ojos bloquea o abrir una nueva etapa. "Quien quiera más de lo mismo, tiene muchas papeletas, incluso la abstención. Quien quiera una nueva etapa, tiene el PSC", remató.

Los de Illa necesitan movilizar al votante metropolitano y al abstencionista. La mitad del votante socialista está en contra de la amnistía. Y una parte del potencial elector del PSC tiene un dilema: arriesgarse a que gane Puigdemont o tragar con la ley que exonera el 'procés'. En las generales, Sánchez recibió un fuerte apoyo en Cataluña. Pero no dijo que amnistiaría a Puigdemont. El 23-J, el votante socialista catalán se movilizó contra el PP y Vox. Veremos en esta ocasión, después de que la amnistía y la independencia hayan pasado casi a un segundo plano durante esta campaña.

Illa necesita superar los 40 escaños (sobre 135) para obtener una victoria clara como la que pidió ayer con Sánchez . Sus opciones de gobernar pasan por que el secesionismo no sume la mayoría absoluta. En ese caso, podría intentar un tripartito de izquierdas. Aunque Puigdemont amenaza a Sánchez con retirarle el apoyo parlamentario si no le deja gobernar. Eso sí, el presidente del Gobierno tiene una última baza, porque la amnistía aún no se ha aprobado

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