El Corpus

Vista general del hemiciclo.
Vista general del hemiciclo.
Efe

Cuando mi hermana pierde algo dice que entra en una ‘cuarta dimensión’, y desde que asumí su teoría ya no me llevo mal con mi caos ni machaco a San Antonio. Algunas cosas aparecen, otras me las devuelve la vida o las redescubro entre las cajas de imposibles que me empeño en sacar cada temporada. Si no es así, está de Dios que no las tenga.

Una moción de censura y un nuevo presidente (supuestamente exprés) demuestran que la política es siempre el arte de lo que no se ve, de estrategas sin corazón, como en ‘House of cars’ o ‘Los idus de marzo’. De cabezas que saben esperar y mantener la mano de cartas. De saber ver lo que los otros no encajan; de unir intereses que nunca entenderemos. De lograr milagros, como sentar en 1996 a Arzalluz frente a Aznar ante una fuente de canalones y un buen Vega Sicilia, para tejer votos y sobre todo poder.

En política siempre hay que mirar atrás, tenerlo vivo para saber cuándo matar al contrario. Vivir en el suelo, pero en el real. Porque estamos instalados en la polarización, porque hace tiempo que el bipartidismo se acabó, sin que lo quieran permitir sus actores, agarrados a intereses trasnochados, como mis viejas cajas. Aunque somos nosotros quienes votamos y ellos los que convierten en hipocresía las urnas, y acoquina saber que son el reflejo de lo que somos. Un Parlamento camino de la Italia enrevesada que casi no tiene ni primer ministro; vivir una moción de censura en un país harto de políticos metidos en un complejo embrollo. A ver cómo salimos de ésta.

Ya no se para España casi por nada, ni en los bares se arregla el país, hoy nos venden colchones y operaciones de aumento de pecho en la televisión mientras se vota el futuro en el Congreso, y en uno de los jueves en los que, antes, relucían más que el sol.

Siempre nos quedará el lado bueno de las cosas, una larga noche con amigos ante un buen champán; la voz de María Dolores Pradera tan pegada a mi ADN, a mi padre cantándome "qué cosa triste es ser río, quién pudiera ser laguna".