ALERTA NUCLEAR EN JAPÓN

El gobierno de Tokio pide no dar agua del grifo a bebés

Los niveles de radiación han sido hallados en una depuradora de agua del norte de Tokio. Por otra parte, el Ministerio de Ciencia ha informado de que los niveles de radiactividad en un radio de 40 kilómetros en torno a la central superan en 400 veces los habituales.

Para determinar los consumos se ha encargado a un consultora un diagnóstico y una propuesta de mejora del servicio.
El gobierno de Tokio pide no administrar agua del grifo a bebés
AFP PHOTO

El gobierno metropolitano de Tokio ha aconsejado no administrar agua del grifo a los niños menores de un año por haber hallado niveles de yodo radiactivo superiores al límite aconsejable para los bebés.


Según ha informado la cadena de televisión NHK, los niveles de radiación han sido hallados en una depuradora de agua del norte de Tokio, por lo que el Gobierno metropolitano ha pedido a los padres que sus bebés no beban agua corriente.


Las autoridades de Tokio han detectado una concentración de yodo de 210 becquerel por kilo en la planta de Kanamachi, que surte al centro y oeste de la capital japonesa, por encima del límite de 100 becquerel por kilo considerado seguro para los menores.


Según el Ministerio japonés de Educación y Ciencia, el límite de yodo en el agua corriente, en el caso de los adultos, es de 300 becquerel por kilo.


La recomendación realizada por el gobierno metropolitano afecta a 23 barrios del centro de la capital y a otros cinco distritos vecinos, Musashino, Machida, Tama, Mitaka e Inagi.


El alcalde de Tokio, Shintaro Ishihara, ha pedido «calma» y «sensatez» a la población de la capital japonesa ante esta recomendación y ha señalado que el consumo de agua del grifo es segura entre los adultos.


Ishihara ha indicado que las autoridades sanitarias de Tokio están midiendo la calidad del agua de la capital de forma constante.


El sábado, el Gobierno japonés reconoció que se habían detectado indicios de yodo radiactivo en el agua de Tokio y sus alrededores, aunque en niveles muy por debajo del límite legal.


Este miércoles, el Ejecutivo de Japón ha recomendado no consumir verduras como espinacas, brécol o col producidas en la provincia de Fukushima (noreste de Japón), donde está localizada la planta nuclear en la que se lucha por contener la radiación desde el seísmo del día 11.


Además, ha pedido no consumir leche y perejil de la vecina provincia de Ibaraki, en las que también se han hallado materiales radiactivos superiores a lo normal.


Según ha dicho en rueda de prensa Yukio Edano, portavoz del Ejecutivo japonés, se trata de una medida de precaución.

La radiación en un radio de 40 kilómetros supera 400 veces los niveles normales


El Ministerio de Ciencia de Japón ha informado este miércoles de que los niveles de radiactividad detectados en un radio de 40 kilómetros en torno a la central nuclear de Fukushima-1 superan en 400 veces los habituales.


Las autoridades han registrado 43.000 becquerelios de yodo radiactivo y 4.700 de cesio radiactivo apenas a cinco centímetros de profundidad en el suelo ubicado a esta distancia de la planta, en dirección oeste-noroeste, según recoge la televisión estatal NHK.


De acuerdo con estas cifras, Keigo Endo, un profesor de la Universidad de Gunma, ha indicado que el yodo y el cesio radiactivos exceden 430 y 47 veces los límites normales de radiación, respectivamente.


Esto significa que los residentes en los alrededores de la central podrían estar expuestos a lo largo de un año a una radiación cuatro veces superior a la establecida legalmente. No obstante, ha descartado que suponga un riesgo inmediato para la salud humana.