"Mi padre, madre y abuela están aún bajo los escombros"

Localizados con vida más de 12 atrapados entre escombros por el seísmo en Taiwán, entre ellos un bebé de seis meses.

El número de fallecidos por el terremoto de 6,4 grados en la escala de Richter que asoló el sábado Tainan, al sur de Taiwán, subió, el día de Año Nuevo Lunar, a 38, mientras los equipos de rescate han localizado a más de una docena de supervivientes entre los escombros.


Más de 55 horas después del seísmo, los equipos de socorro intentan penetrar entre los restos del edificio Weiguan Jinlong, el más afectado por el terremoto y en el que estaban 36 de los 38 fallecidos, entre ellos un bebé de solo 10 días.


Un equipo japonés y dos chinos están cooperando con los taiwaneses en la operación de salvamento, que ha logrado rescatar más de 310 personas, varias vivas tras más de 55 horas bajo escombros en el edificio Weiguan Jinlong, de Tainan.


Entre los aún 113 desaparecidos, según cifras de Servicio Nacional de Emergencias, hay cuatro estudiantes universitarios que se sospecha quedaron atrapados en otro edificio derribado, en el distrito de Yongkang de Tainan, informó el Servicio de Bomberos de la ciudad.


"Mi hijo habló conmigo cinco minutos antes del terremoto y me dijo que ya iba a volver", dijo la madre de uno de los universitarios que se teme haya quedado atrapado en el ascensor u otro lugar del edificio dañado.


También se han localizado al menos a unas doce personas con señales de vida, de las que se han rescatado varias y se lucha contrarreloj para salvar al resto.


Entre los salvados están dos personas de unos 40 años, un varón apellidado Lin y una mujer de apellido Tsao, cuyo esposo murió protegiéndola con su cuerpo de ser aplastada por un tabique, y a la que todavía no le han dicho que su marido e hijo de dos años han fallecido.


Un niño de seis meses también fue sacado vivo de entre los escombros, pero su progenitor que lo protegía murió y el bebé está hospitalizado, mientras que una niña de ocho años y una empleada doméstica, presumiblemente filipina y de 28 años de edad, siguen con vida a la espera del rescate en el edificio Weiguan.


Fuera de los edificios derribados, en especial Weiguan, se ha restaurado la normalidad en la isla, que celebra hoy su fiesta anual más importante, el Año Nuevo Lunar, equivalente a la Navidad de los países cristianos, y donde las familias se reunieron para cenar y recibir el nuevo año el sábado por la noche.


"Ha sido la Nochevieja Lunar más triste de Taiwán desde que tengo uso de razón", dijo a Efe un familiar de una persona aún atrapada entre los escombros de un edificio derrumbado.


La noche del domingo muchos familiares de desaparecidos la pasaron frente al edificio Weiguan rezando y, sobre todo los menores, siguiendo la tradición de que en la Nochevieja Lunar deben trasnochar todo lo posible para añadir años a las vidas de sus padres.


"Mi padre, madre y abuela están aún sepultados bajo los escombros, no he dormido nada esta noche, quiero que vivan", dijo a Efe un adolescente apellidado Huang.


El primer ministro taiwanés, Simon Chang, prometió continuar con las operaciones de rescate "hasta el último minuto" y ya se está utilizando maquinaria pesada para llegar, al menos, a las personas que tienen mayores probabilidades de estar vivas.


El seísmo de 6,4 grados de magnitud tuvo su epicentro en la aldea de Meinung, al sur de Taiwán y a 16,7 kilómetros de profundidad, y sacudió el sur de la isla a las 03.57 del sábado (19.37 GMT del viernes).

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