SANIDAD

Un grupo de padres de Ribagorza denuncian la falta de pediatra desde hace más de un año

Salud ha decidido que preste el servicio una médico de familia, pero para los usuarios es una medida «provisional».

Un grupo de padres reunidos en Graus ante el centro de salud para hablar sobre la falta de pediatra.
Un grupo de padres de Ribagorza denuncian la falta de pediatra desde hace más de un año
Á. GAYúBAR

Un grupo de padres de la comarca de La Ribagorza han vuelto a protestar por la falta de pediatra desde hace más de un año para atender los centros de Salud de Graus y Castejón de Sos. Ante la carencia de especialista, una médica de familia con conocimientos de pediatría cubrió la plaza durante un tiempo pero en diciembre se quedó vacante. Salud informó que el miércoles por la mañana se «solucionó la situación», ya que se ha acordado que la misma médico de familia se reincorpore de nuevo al puesto. Los padres se han reunido en el centro de Salud de nuevo para volver a reclamar el especialista. Aunque están satisfechos con el servicio prestado por la médico que se incorporará de nuevo, en la zona se entiende como una solución «provisional».


Como padre afectado, Carlos Puyet ha vuelto a dejar patente el malestar existente en comarca de La Ribagorza por la falta de atención pediátrica que recibe la población de la zona. Este padre de dos hijos se ha convertido en improvisado portavoz de las numerosos progenitores de la comarca que se sienten «marginados» por una administración incapaz de solucionar un problema enquistado. Sin embargo, Salud asegura que, como sucede en otras zonas rurales, no encuentran especialistas que soliciten las plazas.


«Ya estamos hartos, porque es muy triste que en los tiempos que corren mi hijo no pueda tener la atención sanitaria que tiene un niño en una ciudad», lamenta Puyet al recordar su caso concreto, y el de otros muchos padres de la zona, que han tenido que llegar a esperar dos días «para saber si va a venir un médico especializado en niños para que lo atienda».


Su protesta la secundan otros muchos habitantes de la comarca. Varios de ellos se reunieron el miércoles ante el centro de salud grausino y recordaron que hace ya más de un año que no se cubre el servicio específico de pediatría para la comarca. Este permite recibir una atención para los niños de la zona tres días a la semana en Graus y otros dos en Castejón. «En los últimos meses, dos días y uno y, encima, el servicio era atendido por una profesional -excelente y con la que nos sentimos muy a gusto, todo hay que decirlo- que es médico de familia especializada en los más pequeños», explica Ana, una de las madres afectadas.


Pero este servicio, que es el que ahora se restablecerá, ya se suspendió en diciembre. «Los médicos generalistas nos mandan a Urgencias del hospital de Barbastro, que está saturado, y donde nos podemos pegar, como a mí me ha ocurrido en más de una ocasión, cuatro y cinco horas tirados y con nuestro hijo berreando de dolor», comenta Ana y corroboran varios de los padres presentes. «Y eso en el mejor de los casos -apostilla Puyet- porque todos hemos vivido la circunstancia de ver a nuestros hijos no poder dormir por la noche, con vómitos y fiebre, y esperar hasta el día siguiente para ir a Urgencias».


«Parece que un pediatra es menos importante que mantener un puesto de verduras», estalla Puyet, recordando que en Graus y comarca hay más de 400 niños que están en edad de recibir atención médica especializada. «¿Tan complicado -se pregunta- es encontrar a alguien que quiera venir a este precioso pueblo? Hasta la fecha y que yo sepa, tenemos agua corriente, electricidad...» subraya con sorna.


Dificultades del medio rural


De todo menos pediatra y eso que la plaza está dotada pero no parece atractiva para unos profesionales -y no solo los sanitarios-, cada vez más renuentes a trabajar en el medio rural. «Hace poco tiempo, nuestra lucha era que los profesionales residieran en su destino laboral y ahora estamos abocados a luchar para que, al menos, muchos de ellos se planteen prestar sus servicios fuera de las capitales», abunda Alfredo Sancho, el alcalde de Benabarre.


Por su parte, María Victoria Celaya (PSOE), la alcaldesa grausina, ha trabajado en las últimas semanas para intentar ofrecer una medida paliativa a la actual situación. «Hemos conseguido -apunta- que a partir del próximo lunes la médico de familia que prestaba el servicio vuelva a reintegrarse a su puesto, pero somos conscientes de que se trata de una solución provisional». Para Celaya, «el problema de fondo es el de la falta de pediatras y, más aún, de aquellos que quieran prestar sus servicios en el medio rural ya que no se piden las plazas disponibles o si estas se cubren muchos de los profesionales solicitan traslados, interinidades o excedencias».


En este sentido, la alcaldesa grausina es concluyente: «Desde el medio rural no podemos hacer nada para obligar a los profesionales a acercarse a los pueblos y ciudades pequeñas» por lo que exige una mayor implicación de todas las administraciones competentes para solucionar el problema.


Algo que ya apuntaba hace unas semanas José Antonio Lagüens, portavoz del PP en Ribagorza, al denunciar este problema y proponer una solución dotando la plaza «de medios técnicos y económicos acordes y suficientes con la singularidad que tienen este tipo de plazas en el medio rural». En su opinión, «no basta con crear la plaza y caer en el conformismo de decir que no hay pediatras en el mercado laboral».