EDUCACIÓN

Los profesores del Ramón y Cajal se oponen a la implantación de portátiles en las aulas

Tachan la actitud de Educación de «poco democrática» por obligarles a aplicar la Escuela 2.0 el próximo curso.

Foto de archivo de alumnos del IES Ramón y Cajal de Huesca, en los exteriores del centro.
Los profesores del Ramón y Cajal se oponen a la implantación de portátiles en las aulas
RAFAEL GOBANTES

Los profesores del IES Ramón y Cajal de Huesca tendrán que implantar obligatoriamente el programa de nuevas tecnologías Escuela 2.0 el próximo curso, que pretende dotar a las aulas de mini portátiles, pizarras digitales y cañones para los alumnos, pero lo harán a regañadientes. El claustro de docentes emitió ayer un comunicado criticando duramente el ultimátum enviado el pasado 16 de febrero por el departamento de Educación de la DGA a 15 institutos de todo Aragón instándoles a incorporar este programa a partir del curso 2011/2012.


En este comunicado, el profesorado tacha el comportamiento del departamento que dirige María Victoria Broto de «muy poco democrático» por haberles impuesto el proyecto Escuela 2.0. «El pasado curso, por lo menos, tuvimos la oportunidad de poder opinar, pero en este ni tan siquiera se nos ha dado esa opción», sostienen.


Además, critican que les hayan dado un plazo de poco más de una semana para enviar los datos de los profesores que tienen que formarse para sacar adelante este proyecto de nuevas tecnologías. A su juicio, esta actitud «está alejada de los procesos de participación de la comunidad educativa que requiere la puesta en marcha de programas de esta calado».


Como ya hicieran el pasado curso, el IES Ramón y Cajal fundamenta su rechazo en razones de índole educativa y pedagógica, por una parte, y en razones también de austeridad y solidaridad. Así, respecto a las primeras insisten en que la implantación de aulas digitales «no obedece en absoluto a una necesidad sentida o expresada por el profesorado».

 

«No son un fin en sí mismas»


Además, recalcan que el centro ya realiza «múltiples actividades» con el soporte de las nuevas tecnologías: aulas de informática, pizarras digitales, ordenadores portátiles, red wi-fi, cañones de proyección, sistemas de audio y vídeo, aulas virtuales e incluso el proyecto pionero de los 'ipods' para la enseñanza del inglés en 1º de Bachillerato. A este respecto, también consideran una «simplificación» vincular la calidad de la educación a la inversión en tecnologías. «Son un instrumento más del proceso de enseñanza, pero en absoluto deben convertirse en la columna vertebral ni en un fin en sí mismas», advierten.


Los profesores también aducen motivos económicos ya que, en su opinión, en un momento de crisis como el actual es «más cuestionable» una inversión que repercutirá en la administración, en el centro «y posiblemente en las propias familias». Además, destacan los «elevados costes» que supondrá el mantenimiento de decenas de mini ordenadores que temen que al final recaerán sobre el presupuesto del propio instituto. «Nos parece como mínimo un despropósito que en unos momentos de recortes sociales, Educación priorice una inversión así mientras reduce los cupos de profesorado y aumenta las ratios en las aulas», resumen.


Desde el IES Ramón y Cajal hacen hincapié en que son partidarios del uso «razonable y justificado» de las nuevas tecnologías en la educación, pero también remarcan que «no van a ser la solución definitiva». Por último, reivindican el papel de los profesores como «columna básica» del sistema educativo.

 

El Pirámide, este viernes


Ahora las miradas están puestas en el claustro de profesores del IES Pirámide, el otro instituto de la provincia de Huesca que se negó a implantar Escuela 2.0 el año pasado. Los docentes se reunirán este próximo viernes para analizar el contenido de la carta enviada por el departamento de Educación. En este caso, la negativa manifestada el año pasado no fue unánime, como en el Ramón y Cajal, pero al final se opusieron por el coste de mantenimiento y el hecho de que no llegara a los alumnos con problemas educativos, entre otros motivos.