Hace escasamente un mes que ha abierto en su nueva ubicación Pinocho. Ha cambiado de calle pero no de barrio, pues sigue ofreciendo sus creaciones en el barrio de Delicias, ahora en la calle de San Rafael, 27 (muy cerca de Vía Univérsitas).

Sus propietarios, Rubén Aznar y Laura Bermejo, se hicieron cargo de Pinocho hace tres años. Este local estaba en la confluencia de las calles de Barcelona y Caspe y fue muy reconocido en los años noventa por sus fritos, aunque posteriormente pasó por distintos altibajos. Rubén y Laura consiguieron remontar el establecimiento, que se les quedó pequeño y por eso se trasladaron al nuevo escenario.

Aquí, el concepto es el de un establecimiento especializado en tapas con la idea de que se pueda comer o cenar con pequeñas creaciones, la mayoría de ellas con un alto nivel de elaboración. De esta guisa, ofrecen un menú degustación que va cambiando con productos de temporada. Se compone de seis tapas. A modo de aperitivo, se sirve un ravioli de mejillones al campari. Los pases siguientes son calabacín relleno de fideuá, vieira con berenjena asada y queso, manita de cerdo rellena de duxelle de gambas, y ternasco con manzana y humus. De postre, melocotón con vino y helado.

Además, la carta de tapas es muy amplia y variada, tanto en la composición como en los precios, pues van desde los 1,50 euros que cuesta la croqueta de boletus a los 4,50 del tartar de atún o los 6 euros que vale la vieira con berenjena asada y queso.

Tiene también raciones –de huevos rotos con diferentes acompañamientos–, patatas bravas, papas arrugás con mojo picón... Las tablas de quesos y las ensaladas completan la oferta para quienes deseen platos menos elaborados. Hay que reseñar que todas las tapas se realizan en el momento por lo que necesitan un tiempo de espera. El horario del establecimiento es de 9.00 a a 22.30 y la cocina está operativa de 13.00 a 15.30 y de 20.00 a 22.30.

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