Ibercaja afirma que la coyuntura actual es la peor en décadas para salir a bolsa

El presidente de Ibercaja, Amado Franco, dijo hoy en Santander que la actual coyuntura en España es la peor «de las últimas dos décadas para que una entidad financiera salga a bolsa». Franco lo expresó así en el curso 'El nuevo sistema financiero, las nuevas infraestructuras y el nuevo mercado laboral', organizado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE).

Como causas, citó el «riesgo país» español, que aunque lejos del griego, portugués o irlandés, tiene una prima de riesgo que está en máximos anuales. Además, se refirió a la confluencia en el tiempo con otras operaciones públicas de venta, como Loterías del Estado o AENA, y a que los «múltiplos de valoración» de las entidades financieras están en «mínimos históricos».

Aseguró que la percepción del riesgo tardará en disiparse porque, afirmó, «en la retina de los mercados ha quedado grabado a fuego lo que pasó entre 2008 y 2010». A pesar de ello, afirmó que hay mucho interés en participar en las cajas porque los inversores lo ven como una «oportunidad histórica, aunque admitió que pretenden aprovechar el momento y hacerlo con un precio menor».

Respecto a los plazos para saltar al parqué, indicó que alargarlos para las cajas que lo necesiten «vendría muy bien» aunque planteó que los mercados podrían interpretarlo como signo de debilidad o incapacidad.

Para Franco, el proceso de reformas pueda hacer que algunas cajas pierdan su identidad y pasen a ser fundaciones, pero para las solventes, supondrá una refundación del modelo, «no su desaparición».

Respecto a Ibercaja, dijo que mantiene su nivel de solvencia y que en el futuro tratará de seguir «capeando el temporal» y mantener su «holgada situación» de liquidez. Franco confirmó que la entidad no tiene intención de salir a bolsa a corto plazo ni dar entrada a terceros en el accionariado y que en los últimos años han estudiado múltiples operaciones pero ninguna de ellas ha fructificado.

Pese a ello, señaló que todavía pueden presentarse oportunidades «que pueden ser más atractivas» siempre que no se ponga en peligro su estabilidad. «No nos gustan los gigantes con pies de barro», señaló, y añadió que Ibercaja solo acometerá operaciones cuyo riesgo de solvencia y liquidez sean «asumibles».

Subrayó que los cambios imponen un nuevo modelo de negocio que, entre otras cuestiones, trasladará una mayor financiación a empresas industriales y de servicios, lo que requerirá elevar «el listón» en cuanto a eficacia y gestión. También se refirió a un cambio en la oferta de productos «fuera de balance», como los seguros, en un contexto de envejecimiento de la población.