La construcción podrá contratar extranjeros, pero solo para cubrir perfiles muy concretos

Escrivá consigue introducir a carpinteros, instaladores, electricistas y gruistas en el catálogo de difícil cobertura que se publicará en el BOE.

Varios albañiles trabajan en una obra en Madrid.
Varios albañiles trabajan en una obra en Madrid.
Óscar Chamorro

Vía libre para que la construcción, un sector en el que se ha detectado un importante déficit de personal en los últimos meses, pueda traer trabajadores de otros países para cubrir las plazas vacantes que van en aumento y que, lejos de disminuir, tienen todos los visos de aumentar. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha conseguido su objetivo después de más de medio año de lucha. Aunque solo a medias.

Así, una de las últimas medidas que pondrá en marcha Escrivá antes de que se forme el nuevo Gobierno será actualizar el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, esa lista de profesiones que autoriza a las empresas españolas a buscarlas también fuera del país ante la dificultad de cubrirlas con nacionales. Hasta ahora en este catálogo solo figuraban deportistas, entrenadores profesionales y marineros, pero por primera vez incluirá perfiles del sector de la construcción, aunque no para puestos tan habituales como peones o capataces, sino algunos muy técnicos y especializados.

Concretamente, se podrá contratar inmigrantes para ser carpinteros de aluminio, metálico y PVC; montadores de carpintería metálica, aluminio y PVC; instaladores electricistas en general y en particular de edificios y viviendas; conductores operadores de grúa en camión, de grúa fija o móvil, puestos necesarios para acelerar la transición energética a través de la rehabilitación de edificios y la instalación de placas y paneles solares, según fuentes de la negociación.

La concesión que ha realizado el ministro ha sido rebajar el número de profesiones de este sector que ha incluido desde las 31 que puso el año pasado encima de la mesa a las siete que finalmente se han acordado.

El Ministerio de Trabajo, liderado por la vicepresidenta Yolanda Díaz, había paralizado durante meses esta medida que también rechazan los sindicatos a pesar de que son multitud las empresas de la construcción que alertan de las dificultades para cubrir sus vacantes. Tras meses de negociación, ambos ministerios, la patronal y las organizaciones de trabajadores llegaron recientemente a un acuerdo en la mesa de la comisión tripartita para que en los próximos días se publique el nuevo catálogo de profesiones autorizadas en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Es más, incluso el nuevo catálogo se llegó a publicar en la intranet del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) -dependiente de Trabajo y donde se cuelga esta lista-, aunque después se eliminó. El Ministerio de Seguridad Social confía en que en cualquier momento se oficialice este permiso para que las constructoras contraten a electricistas y gruistas en el extranjero y, si no fuera así, está dispuesto a cambiarlo ellos, ya que se ha habilitado una segunda vía y lo pueden hacer sorteando a Díaz a través de la comisión delegada de Asuntos Económicos.

Formar a parados y migrantes

CC. OO. muestra su disconformidad con esta medida de traer a trabajadores de fuera cuando hay casi tres millones de parados, aunque decidió «no oponerse para demostrar su lealtad institucional». «No creemos que haya carencias en el mercado de trabajo español, sino que es un lugar común que utilizan determinados empresarios. Lo que hay en algunos sectores es carencia de salarios, condiciones y contratación», denuncia José Antonio Moreno, responsable confederal del Migraciones del sindicato y su representante en la mesa de negociación, que pide que se fomente la empleabilidad de los parados.

Formar a los desempleados es también una petición de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC). Su presidente, Pedro Fernández Alén, reclama un plan de choque para formar a cuatro colectivos: desempleados, mujeres, jóvenes e inmigrantes. Si una vez puesto en marcha no se lograra cubrir toda la demanda, habría que dar otro paso más para facilitar que se traiga gente de fuera, precisa. Además, Fernández Alén señala que otra vía sería formar a los inmigrantes irregulares que hay en España, entre 300.000 y 600.000, según cifra Seguridad Social.

La necesidad de mano de obra en la construcción es acuciante. La patronal CNC estima que harán falta unos 700.000 trabajadores para poder ejecutar el plan de recuperación, ya que siete de cada diez euros de los fondos europeos están

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