industria

Opel parará también la próxima semana en Figueruelas por la crisis de los microchips

La planta zaragozana de Stellantis dejará de producir unos 7.500 coches más por la falta de semiconductores.

Cadena de montaje de Opel España, del grupo Stellantis, en Figueruelas.
Cadena de montaje de Opel España, del grupo Stellantis, en Figueruelas.
Guillermo Mestre

La fábrica de Opel España en Figueruelas, del grupo Stellantis, seguirá parada durante la próxima semana. La falta de chips semiconductores para los vehículos ha obligado a la dirección de la planta a suspender la fabricación de coches durante la semana del 27 de septiembre al 1 de octubre en las dos líneas, por lo que dejará de ensamblar unos 7.500 automóviles más.

Fuentes de la compañía han comunicado este viernes a los trabajadores que la cadena de montaje, de la que salieron los últimos vehículos el pasado martes por la tarde, no prevé reanudar su actividad al menos hasta el 4 de octubre. En todo caso, será el viernes próximo como tarde cuando se comunique si la fabricación podrá reanudarse.  "Agradecemos la colaboración, comprensión y flexibilidad de todos los empleados en el contexto global de crisis de componentes en el sector del automóvil", ha indicado la dirección a los empleados.

El nuevo anuncio supone, de hecho, el fin del turno de noche para los próximos meses, ya que ante esta situación la compañía ha decidido que no se produzca en esas horas desde el mes de octubre. La empresa ha ofrecido a 250 empleados la posibilidad de trabajar temporalmente en la planta que PSA (Stellantis) tiene en Villaverde (Madrid)  o en las factorías francesas de Poissy y Hordain. Los primeros en incorporarse a estos puestos serán, desde la próxima semana, algunos de los destinados a la fábrica madrileña y luego lo irán haciendo los demás, siempre adaptándose a las necesidades de las factorías correspondientes.

Opel España ensambla en su planta de Figueruelas los modelos Corsa (en sus versiones térmica y eléctrica) y los SUV o todocaminos Opel Crossland y Citroën C3 Aircross. Los tres tienen buena acogida en los mercados, pero la crisis de los microchips ha recortado su potencial de ventas.

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