La inesperada y preocupante sequía de los delanteros del Huesca se sigue enarbolando como una de las posibles causas de la mala situación en la liga. Ni Tariq ni Roberto se han estrenado en las catorce primeras jornadas de un conjunto cuyo máximo anotador es Camacho (7) y el segundo, Helguera (2). El hispano-emiratí no podrá actuar ante Las Palmas el sábado (18.00, Aragón TV) debido a la sanción por acumulación de amonestaciones, así que parece que el madrileño tomará el relevo después de haberse perdido la cita de Soria por unos problemas estomacales. La primera victoria en El Alcoraz puede rubricarse con una diana de un Torreta aún lejos de su mejor momento. Sería una doble alegría.

Roberto trabajó ayer con sus compañeros como uno más, pasados unos días de cama y persiguiendo una puesta a punto que resultará definitiva. Sería la 13ª aparición del ariete este curso, la octava como titular después de haber acumulado 650 minutos sin fruto, un contraste muy fuerte con los 17 goles de sus dos anteriores temporadas de azulgrana en la categoría de plata, 12 el primer año y cuatro el pasado. Todavía no se ve en el once: «El míster tiene varias opciones: Gilvan, Óscar Vega… Si me toca, intentaré dar lo mejor de mí que es lo que queremos todos». Y se le encomendaría un papel relevante e la caza de «goles se nos están resistiendo pero ya sabemos lo que es esto. Es una pena, pero es fútbol. Trabajaremos y esperemos que lleguen».

Al echar un vistazo al presente de un Huesca colista con ocho puntos, Roberto se aferra a que «hemos sumado estos dos últimos partidos (ante Valladolid y Numancia), que es lo que nos faltaba. Hay que ir poco a poco. Dada la situación, hay que tratar de puntuar en todos los encuentros. Siempre es positivo y es la línea a seguir». Ante los canarios, se resiste a dar juicios definitivos y se pregunta «¿qué partido no es una final? Hay que ganar al rival. El del sábado es un choque más y hay que ir con tranquilidad y sangre fría. El corazón lo vamos a poner siempre. Corremos mucho, quizá demasiado, y hay que hacer caso al míster».

Tradicionalmente, «los duelos de casa son la salvación, y El Alcoraz ha de ser un fortín, como estos años atrás. No nos están saliendo bien las cosas allí, y hay que dar el do de pecho, conseguir los tres puntos ya y estar tranquilos». Roberto, preguntado por las declaraciones del día anterior del gerente, Raúl Ojeda, en la que hablaba de que no se estaba viendo al Huesca acostumbrado, reflexionaba acerca de que «el espíritu es el mismo, quizá con menos suerte. Hemos hecho partidos buenos, pero si la pelota no entra se pierde confianza. El equipo sufre y corre. El día que llegue un resultado favorable este equipo tiene calidad para salir de esta situación».

El apoyo de la grada, también reclamado por el gerente, resultará clave para superar a Las Palmas, y Roberto pide por su parte que «se siga confiando en este Huesca, no hay que parar y se ha de creer, animar más que nunca. No tengo ninguna duda de que se va a hacer». Manual de supervivencia para llegar al final del año con el granero lleno. «Hay que pelear hasta el final logrando los máximos puntos posibles y a ver si al final de la primera vuelta estamos fuera. Es recuperable, quedan muchos puntos y se puede salir», concluía Roberto.

La campaña pasada, entre Camacho (13), Gilvan (5), Roberto (5) y Tariq (8) sumaron 31 goles, una cifra que de momento, en esta, es de ocho entre los cuatro futbolistas gracias a los siete del zaragozano y al que el brasileño marcó en Los Pajaritos. La estadística todavía es mejorable y debe ayudar en la reacción.