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Los más preciados

Ibán Pérez y Bogdna Olteanu sobresalieron en la primera jornada del 'play off' de la final. El opuesto catalán fue decisivo en el 'tie break' del duelo del sábado; el rumano del Unicaja lideró todas las facetas del juego.

El opuesto del CAI Ibán Pérez.
Los más preciados
ANTONIO GARCíA

Los partidos importantes sirven para sacar a la luz lo mejor de cada deportista. De jugadores capaces de romper la dinámica del marcador, de llevar un duelo al extremo, de culminarlo con éxito. Ibán Pérez y Bogdan Olteanu son dos jugadores de una pasta especial, y así lo demostraron en Almería, donde CAI y Unicaja iniciaron la conquista del título de la Superliga con un gran triunfador, y por partida doble (2-3): el conjunto aragonés. El opuesto del CAI Teruel brilló en el momento que oportuno: en el decisivo 'tie break', con 13-13 en el marcador, el barcelonés agarró el balón y firmó dos saques directos para enmarcar. Por su parte, el receptor del Unicaja hizo un trabajo colosal, especialmente en el cuarto set del duelo del sábado, tanto en ataque como en recepción, pero insuficiente en la resolución final.

La primera parte del 'play off' por la corona nacional disputada en la ciudad almeriense sirvió para catapultar al CAI, ya que osó romper la impoluta trayectoria del rival en su feudo. Nadie había sido capaz durante la Fase Regular (y en cuartos y semifinales de la serie) de hacer daño al Unicaja en el Moisés Ruiz, y llegó el CAI y en dos días consecutivos, viernes y sábado, le infligió un daño terrible. El CAI, como bloque, se superó ante la exhibición de juego de un Unicaja que le superó en todas las facetas. Aunque no pudo templar la mano en los momentos decisivos, cuando el CAI tiró de paciencia y de la diestra de Ibán Pérez para tener al alcance de un partido la consecución del título (el sábado se juega a las 18.30 en Los Planos el tercer encuentro, con las cámaras de Aragón TV en directo; si fuera necesario, el domingo, a la misma hora y también por la televisión; y aún hay otra posibilidad, el 5 de mayo en Almería).

Pérez, hombre con cara de niño travieso, empezó a revalorizar su espigada figura el día que se puso en juego el primer título de la temporada, la Supercopa. El barcelonés agigantó su imagen en la red para completar una actuación que le etiquetó como el MVP de la final. Aunque su temporada no ha sido todo lo regular que hubiera deseado el CAI y él mismo. Pero, siempre se espera que aparezca el Ibán Pérez osado y rotundo. El opuesto anotó 24 y 25 puntos en los dos partidos, erigiéndose en el segundo mejor anotador de la jornada, superado por otro nombre valioso, Olteanu. El rumano, que cumple su segunda temporada en el Unicaja, hizo 25 puntos y un 80 por ciento en recepción en el partido del viernes, y mejoró sus números al día siguiente (30-82) para convertirse en el mejor de todo: ataque, anotación y recepción. Pero el titánico jugador, líder indiscutible de su equipo, cayó en saco roto cuando dos misiles de Pérez acabaron con las aspiraciones de Unicaja de sumar el empate en la eliminatoria.

Un Unicaja que abrió las puertas de Pérez en la temporada 2002/2003 en la que levantó las copas de la Superliga y la Supercopa. Un doble premio que se repitió la siguiente temporada (de entonces se mantienen 'vivos' el entrenador Carlos Carreño y el central Juanjo Salvador). Y que también se añadiría a su currículum en la campaña 2007/2008 formando parte de la plantilla del Palma. Ahora, el jugador más valioso de la primera parte del 'play off' de la final está a un paso de engordar doblemente su palmarés con el CAI Teruel.