La idea inicial era la de presentar y poner en marcha la próxima campaña de abonados este jueves. Sin embargo, finalmente todo va a quedar pospuesto para la semana que viene. Como paso previo, la SD Huesca tiene previsto celebrar un consejo de administración el lunes en el que se analizará la situación de la entidad frente al panorama de recortes que aconsejan los resultados de la auditoria recibidos la semana pasada en los que se alerta de un aumento de los números rojos esperados para el ejercicio y se da entre las soluciones la necesidad de reducir a la mitad los gastos en plantilla no deportiva, circunstancia en la que el primer paso ha sido la salida del ya expresidente institucional Manolo Torres. Además, también se quiere ofrecer una comparecencia pública ante los medios de comunicación.

En un principio, la intención del Huesca es la de mantener el precio de los abonos y las condiciones de los mismos. Eso sí, habrá que ver si el calendario se modifica o se acorta. En la planificación original las tres primeras semanas estaban reservadas para las renovaciones, la siguiente a las reubicaciones y las dos previas al inicio de la liga, el 12 de agosto dentro de las Fiestas de San Lorenzo, a atender las nuevas altas.

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La media de asistencia la temporada pasada fue de 5.122 espectadores sobre un aforo de 9.100. El choque de mayor afluencia, 8.443, récord histórico, fue el de la visita del Real Zaragoza y el de menos, el cruce con el Albacete, el primero del año, con 3.086.

El año pasado se consiguió un nuevo máximo histórico de abonados con 8.016. Hay consciencia de que repetirla va a ser complicado, pero sí que se perseguirá mantener un seguimiento mayoritario. De hecho, se quiere potenciar la animación y conseguir que los aficionados entren antes a El Alcoraz.