Media hora de dura charla de Velázquez y la plantilla antes del ensayo del miércoles

Media hora de charla en el vestuario entre el entrenador, Julio Velázquez, y su cuerpo técnico con la plantilla del Real Zaragoza ha sido el prólogo del entrenamiento del equipo en este miércoles, con vocación ya prácticamente de previa del siguiente partido de liga, el de la jornada 23, ubicado por La Liga en 48 horas, el viernes a las 20.30 en La Romareda ante el FC Andorra. 

Aún guarda todo el zaragocismo el agrio paladar de duelo disputado el lunes por la noche en Elda (Alicante), con el que se abrió la segunda vuelta. Desplazamiento largo, en autocar, que acabó cerca de las 6 de la madrugada del martes con la plantilla en sus domicilios tras un viaje carretero de madrugada casi completa. El 1-1 final ante el Eldense fue la única noticia buena de ese evento. El resto, tanto la calidad del fútbol como las sensaciones generales emitidas por el grupo en el Nuevo Pepico Amat, han llenado de preocupación a todo el mundo, dentro y fuera de la entidad. 

La singular apretura del calendario de partidos hace que el entrenamiento de este miércoles y el del jueves sean los únicos de los que Velázquez va a disponer para preparar el envite -clave- ante el Andorra. No hay espacio para más. En la tarde del martes, mal dormidos y cansados por el desplazamiento desde el interior de Alicante por autovía, los futbolistas acudieron a tonificar los músculos en el gimnasio, hacer inventario de golpes y molestias derivadas del lance con el Eldense horas antes y poco más.

Por eso, el resquemor reinante tras lo vivido en Elda no tiene apenas tiempo de ser digerido y tratado. Toca jugar de nuevo enseguida. Y Velázquez ha comenzado este acelerado proceso con una sesión de terapia oral, 30 minutos de recomposición de ideas y de asunción de la responsabilidad que la plantilla tiene ante sí. 

Jair será baja por sanción, lo que puede servir de cuña para que el técnico castellano cambie el sistema y deje el 5-3-2, con tres centrales, de los últimos cinco partidos para volver al 4-4-2 o similar, con el que heredó la pizarra de su antecesor, Fran Escribá, y que ya aplicó brevemente en Elda en los últimos 35 minutos de ese defectuoso partido último. 

Por lo demás, ninguna novedad a la vista. Los lesionados siguen lesionados y el resto aguarda su oportunidad para tratar de lograr la 3ª victoria del Real Zaragoza en 18 partidos. Porque, en efecto, el récord reciente dice que el equipo solo ha ganado 2 de los últimos 17. La reacción pretendida, desde el puesto 14º de la tabla, pasa por vencer y vencer cuantas más veces sea posible. En Elda, los de Velázquez fallaron con estrépito. Ante el Andorra no pueden repetir pifia.