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El Real Zaragoza pisa la zona noble de la tabla tres años después

El equipo aragonés se ubica en la 3ª posición tras la primera jornada. Desde 2020, la liga de la pandemia, no estaba tan alto.

Fran Escribá, el entrenador del Real Zaragoza, ayer al inicio del entrenamiento del equipo, con gesto sonriente.
Fran Escribá, el entrenador del Real Zaragoza, ayer al inicio del entrenamiento del equipo, con gesto sonriente.
Toni Galán

La clasificación tras la primera jornada es, siempre, mera anécdota. Se trata de un mero ordenamiento de los equipos tras el primer paso de una liga de muchos meses de duración. Pero hoy, en el inicio del torneo 23-24, desde el prisma del Real Zaragoza esa reseña adquiere un valor muy superior al casual o circunstancial. Porque el equipo aragonés ha empezado situándose en la 3ª posición, gracias a su triunfo por 2-0 ante el Villarreal B en La Romareda el pasado sábado. Y, por menor que sea el valor de esta referencia –veremos cuánto de efímera es con el paso de un par de semanas–, supone un regocijo visual y un estímulo anímico para todo su entorno revisar la tabla en cualquier medio de prensa, en cualquier aplicación de internet.

Todo porque el Real Zaragoza ha estado tres años sin encontrar jamás su sitio de mitad de la clasificación hacia arriba. Desde el final de la liga 19-20, la del parón por la pandemia, el equipo zaragocista no habitaba en la zona noble del escalafón de Segunda División. En ese curso fue precisamente 3º, en un campeonato que acabó a finales de julio y, tras perder el ascenso directo en unas circunstancias muy anómalas en la reanudación de aquella liga mutilada, sin público en las gradas y en unas condiciones humanas y sociales fuera de lo común, echó a perder el éxito en la promoción, cayendo frente al Elche ya en agosto... acaba de hacer tres años de aquello.

Es un placer para los más acérrimos seguidores del Real Zaragoza buscar y encontrar a su equipo en lo más alto. El lugar donde siempre debió estar desde el último descenso de Primera División, en 2013, hasta haber encontrado el retorno a la élite, a su lugar natural. Pero, por el contrario, durante una década –se acaba de poner en marcha el 11º año consecutivo de los zaragocistas en la división de plata–, han sido muchos más los periodos de tiempo en los que el Real Zaragoza ha vivido a diario del 10º puesto hacia atrás que lo contrario, lo deseable, lo que sería siempre lógico: pelear siempre por subir hasta lograrlo.

Aquel 2019 ya casi olvidado

Desde el arranque de la liga 19-20 no se daba la actual situación en la tabla, la de ver el primer día al Zaragoza en el bloque de los que han ganado su primer partido y, por la holgura del tanteador, estar bien alto. Entonces, con la ilusión por bandera, con el entrenador Víctor Fernández y una plantilla remodelada de forma profunda tras un año en el que casi se descendió a Segunda B –se parece aquel escenario al de hoy en día–, el equipo zaragocista ganó 2-0 al Tenerife en el estreno en La Romareda, marcador gemelo al del pasado sábado ante el Villarreal B.

Aquel Zaragoza estuvo seis jornadas sin perder y se colocó entre los cuatro primeros de forma permanente. Empató en la primera salida a Ponferrada (1-1), ganó 1-0 al Elche, venció 0-3 en Alcorcón, 3-1 al Extremadura... en septiembre era ya colíder, al galope, junto al Cádiz. Salvo un ligero bache en noviembre, donde llegó a caer una jornada a la 10ª posición, enseguida retomó la velocidad de crucero y fue siempre un equipo puntero, que llegó al confinamiento y al estado de alarma que paralizó la vida en general... en el 2º puesto.

Se añora aquello porque lo que ha vivido el zaragocismo en los tres años posteriores ha sido peor. En el último trienio, para encontrar al Zaragoza en las clasificaciones semanales la vista del lector siempre ha tenido que irse hacia abajo. A veces, demasiadas, muy abajo. Con riesgo letal, incluso.

El año pasado el equipo de Carcedo empezó con dos empates a cero (en Las Palmas y ante el Levante) y una derrota por 1-0 en Cartagena, 2 puntos de los primeros 9, sin anotar un gol, que lo anclaron al vagón de cola para todo el tiempo. Hace dos campañas, los primeros pasos fueron un empate a cero en casa con el Ibiza y dos derrotas, 2-0 en Valladolid y 0-1 en casa con el Cartagena, un punto de 9. Vicecolistas. sin gol. Los inicios en agosto suelen ser augurios de lo que viene. Y por ello este anecdótico inicio de curso, solo superado en goles por el Racing de Santander y el Mirandés, no es cuestión menor en Zaragoza. Estar ahí es un buen termómetro.

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