Miguel Puche, autor del 0-1, fue el encargado de analizar el partido de este viernes del Real Zaragoza frente al Cartagena, que venció el cuadro aragonés por 1-2. Lo hizo sobre el césped del Pinatar Arena atendiendo a los medios de comunicación desplazados a tierras murcianas.

Su rostro mostraba su satisfacción por lo acontecido en ese cuarto amistoso estival saldado, como los anteriores, con un meritorio triunfo blanquillo. «Un gol siempre es una alegría y más en estos partidos que ya tienen su exigencia. Te deja un gran sabor de boca», dijo el turiasonense.

Puche valoró la asistencia perfecta de Maikel Mesa en esa acción que había empezado Gámez en la banda derecha. «Van saliendo estas jugadas. Maikel está entendiendo muy bien esa labor de mediapunta, de venir a recibir y apoyar a los delanteros. Creo que nos estamos entendiendo muy bien entre todos», subrayó el ‘7’ blanquillo.

«Este año nos tenemos que acostumbrar a ganar, a las victorias y a tener buenos resultados. A partir de ahí, creceremos como equipo y, entre todos, estaremos arriba, en puestos de ‘play off o, incluso, de ascenso», añadió Puche en sus ansias por cambiar la dinámica del último trienio que reina en el vestuario zaragocista. «Todos tenemos la sensación de que esta temporada podemos estar arriba», apostilló el delantero canterano.

Puche está viéndose exigido de cara a la temporada venidera por la metamorfosis que está experimentando la plantilla del Real Zaragoza en la línea delantera, donde los fichajes están siendo (y van a ser más) numerosos y, a priori, de superior calidad a los de temporadas pasadas. "Toda la competencia es buena y entre todos nos vamos a ayudar. Han llegado jugadores con mucha talla y seguro que vendrán más. Yo voy a trabajar para ganarme mis minutos y ganarme la confianza del entrenador, como siempre", dijo al respecto el de Tarazona.  

Puche lanzó al aire más mensajes positivos. "Lo más importante que veo en este grupo es que somos una familia. Estamos muy unidos, desde la concentración día a día a, después, en el campo. Y esto va a ser vital para toda la temporada, que va a ser muy larga. La clave es la amistad, nos llevamos muy bien, no hay ningún mal rollo. Somos todos buena gente", dijo con intención. 

Una de las premisas de estilo de Fran Escribá es concienciar a la plantilla de que cada partido juegan 16, no 11. Es el fútbol moderno de las cinco sustituciones. Puche tiene muy asumido este crucial aspecto. "Muchos partidos se suelen decidir en los últimos 20 o 30 minutos. El entrenador lo está dejando muy claro dentro del vestuario. De nada sirve hacer unos buenos 60 minutos si al final no mantienes o mejoras el nivel y acabas perdiendo", expuso para dar valor a la totalidad de componentes de la plantilla. 

A solo 15 días de que comience la liga, Puche admite que ya 'les pica el gusanillo' de la competición dentro de la caseta. "Tenemos ya muchas ganas de poder demostrar que este año es el que vamos a estar arriba", concluyó el punta del Real Zaragoza antes de volver al hotel.