andorra-real zaragoza
Real Zaragoza: un contragolpe inmejorable
Apenas 11 segundos tardó el Real Zaragoza en cruzar todo el campo para firmar su único gol del partido. Fue una acción perfecta, desde el inoportuno resbalón de Iván Gil hasta el decisivo remate de Bebé.
La fortuna, el azar, ese intangible que tantas veces ha dado la espalda al Real Zaragoza durante la última década, esbozó este domingo en Andorra su mejor sonrisa para contribuir a una victoria tan importante como necesaria. Algo parecía intuir Iván Gil, ya desde el suelo, cuando maldecía su suerte tras sufrir el inoportuno resbalón que precedió a la acción más decisiva del partido. Apenas 11 segundos después, tras firmar un contragolpe sencillamente perfecto, Bebé bailaba sin camiseta sobre el césped del Nacional del Principado. Así festejó el caboverdiano el único tanto de un encuentro donde su equipo solo disparó tres veces entre los tres palos:una, se estrelló en la madera;otra, la repelió Iván Gil;a la tercera, llegó la vencida.
El Real Zaragoza, aquejado durante gran parte de la temporada de una manifiesta ausencia de calidad en sus botas, ganó en Andorra con un gol extraordinario, digno de una categoría superior. Solo participaron tres futbolistas: Francho, Simeone (quién si no) y Bebé. El canterano recogió un balón que, medio segundo antes, Iván Gil fantaseaba con colar en la portería de Cristian Álvarez. Pero cuatro toques le bastaron al centrocampista para avanzar rápidamente unos metros y entregar el cuero a Simeone, que volvió a ser un absoluto quebradero de cabeza para la defensa andorrana.
El delantero argentino, infatigable durante los más de 90 minutos de partido, puso una vez más de manifiesto que, si le respetan las lesiones, su categoría está por encima de la actual Segunda División. Libre de marca, el punta miró con un ojo el balón. Con el otro, contempló un ciclón que le adelantaba por la derecha. Era Bebé, que unos segundos antes había iniciado completamente en solitario una veloz carrera desde la frontal de su propio área. Simeone entregó con el exterior de su pie derecho una exquisita asistencia que el caboverdiano culminó con brillantez.
Un zurdazo inapelable
«Soy un jugador rápido y fuerte», dijo de sí mismo Bebé durante su presentación. El extremo, que llegó al Real Zaragoza con el mercado de invierno a punto de bajar la persiana, demostró que la descripción no fue ningún farol. Derrochó velocidad para cruzar el estadio de área a área, pero también fortaleza para ganar la posición con inteligencia a Diego Alende antes de marcar. Cuerpeó lo mínimo e indispensable con el defensa del Andorra hasta situarse por delante y, una vez en ventaja, fusiló al portero rival con un zurdazo inapelable.
Eso sí, antes de batir a Vidal se acomodó ligeramente el balón. Dos toques: un sobresaliente control y un certero disparo bastaron a Bebé para inaugurar su cuenta goleadora con el Zaragoza y desatar la euforia en toda la expedición visitante. Sobre todo en la numerosa y ruidosa afición zaragozana, que tampoco dejó ayer solo a su equipo.
Jamás sabremos hasta dónde hubiera llegado este Zaragoza si las malditas lesiones no se hubieran cebado con Iván Azón. Pero lo que tampoco conoceremos nunca es qué suerte hubiese corrido este equipo con un futbolista como Bebé en su plantilla desde la primera jornada. A pesar de las evidentes deficiencias que le han alejado de la élite del fútbol español, la última incorporación del conjunto aragonés posee cualidades muy escasas actualmente en la plantilla. Y solo con eso, con no restar, ya es más que suficiente. Si además se suma, la ecuación es sencillamente inmejorable. Como el contragolpe con el que ganó este domingo el Zaragoza de Escribá en Andorra.
