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Los dos candidatos al banquillo zaragocista en mayo, juntos en La Romareda

Carcedo y Bolo fueron, tras decidir Sanllehí y Torrecilla que Juan Ignacio Martínez 'Jim' no continuaba como entrenador del Real Zaragoza esta temporada, las dos opciones finales, disyuntiva de la que salió el primero elegido.

Carcedo y Bolo, entrenadores ahora del Real Zaragoza y Real Oviedo, en imágenes de la pasada primavera.
Carcedo y Bolo, entrenadores ahora del Real Zaragoza y Real Oviedo, en imágenes de la pasada primavera.
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Juan Carlos Carcedo y Jon Pérez 'Bolo' fueron a finales de mayo los dos últimos candidatos al banquillo del Real Zaragoza que acababa de quedar vacante. Y, en la jornada 9 de esta nueva liga 22-23, el destino los junta este domingo en La Romareda, el primero al frente del equipo zaragocista, el segundo en el timón del Real Oviedo, rival de turno.

Raúl Sanllehí y Miguel Torrecilla decidieron al término de la pasada liga, en el magno campo de Anoeta de San Sebastián tras ganar 1-2 a la Real Sociedad B, que Juan Ignacio Martínez 'Jim', jefe del vestuario blanquillo durante un año y medio de vital importancia para estar hoy vivos en este punto, dejara el puesto y se buscara un nuevo mascarón de proa para el proyecto de la nueva propiedad. Fue el único damnificado de los cargos de alto rango de ese periodo complicado y tortuoso. Así que, de inmediato, tocaba acelerar las pulsaciones para contratar a su sustituto.

En el mercado de entrenadores, los movimientos son siempre rápidos, súbitos, pues sus representantes saben que hay pocas plazas libres cada cambio de temporada y, por el contrario, el listado de aspirantes a entrenar es de varios cientos. Se trata de un juego de las sillas en el que, para cuatro o cinco puestos, hay bailando alrededor 950 técnicos con ansias de sentarse en una de ellas. 

El primer que llegó a la mesa de negociación con buena valoración por parte de los ejecutivos zaragocistas fue Bolo. El vasco venía de cuajar tres temporadas de mérito en el modesto club berciano de la Ponferradina, quedándose el año pasado a un paso de jugar la promoción de ascenso con un presupuesto modesto y con medios nada excesivos. Los representantes de Bolo sabían que Zaragoza iba a ser el bombón de las plazas libres de Segunda y se movieron rápido. 

Paralelamente, Juan Carlos Carcedo, en el paro desde la primera vuelta de la pasada liga cuando Amadeo Salvo, presidente del Ibiza, lo destituyó para contratar al exzaragocista Paco Jémez, estaba hacía 72 horas en la órbita de la SD Huesca, el otro aragonés de la categoría. Carcedo era del gusto de los mentores azulgranas, siempre dados a este tipo de perfiles de técnicos emergentes, con cierta juventud y/o inexperiencia, que puedan considerar el club de El Alcoraz como una plataforma de lanzamiento en sus carreras. 

De todo ello se informó en HERALDO durante cuatro o cinco días de movimientos diarios en todos los sentidos al respecto de los banquillos de Segunda. Hubo una fecha, el 28 de mayo, en la que Carcedo estuvo a punto de rubricar su contrato con los oscenses. Pero Raúl Sanllehí se interpuso y habló con el técnico riojano, afincado en Vitoria. Se conocían de Londres, cuando Carcedo fue segundo de Unai Emery mientras Sanllehí ejercía de director general del Arsenal (su cargo homólogo, allí en la Premier League). El técnico emprendió viaje hacia Aragón y hubo quien pensó que el destino estaba en Huesca. Pero Carcedo se paró unos cuantos kilómetros antes, en Zaragoza. Y dio el sí a su mentor, el ejecutivo catalán de nuevo cuño en los despachos blanquillos. 

Página de HERALDO DE ARAGÓN del 29 de mayo en la que se informó de la disyuntiva entre Carcedo y Bolo para ser el sustituto de Jim.
Página de HERALDO DE ARAGÓN del 29 de mayo en la que se informó de la disyuntiva entre Carcedo y Bolo para ser el sustituto de Jim.
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Así, un día después, ya se pudo anunciar que Juan Carlos Carcedo era el relevo de Jim. Y, por lo tanto, Jon Pérez 'Bolo', debía buscar otra silla entre las aún vacantes de Segunda División. Singularmente, en una sola semana, hubo un movimiento triple de propiedad transitiva, que llevó a José Ángel 'Cuco' Ziganda al Huesca después de ser abortada cualquier posibilidad de renovación en el Real Oviedo y, de forma paralela, Jon Pérez 'Bolo fue el elegido por los ovetenses para suplir a Ziganda. Un pimpampum entre los tres entrenadores que acabó así como, de haber venido los vientos de otro modo, podría haber terminado de forma bien distinta, con Carcedo en Huesca y Bolo en Zaragoza, tranquilamente (ahí, Ziganda hubiera tenido que dirigirse a otro lugar tras salir del Oviedo). 

Así, el duelo de este domingo en La Romareda ofrece esta curiosidad centrada en los inquilinos de los dos banquillos. Curiosidad que se agranda al observar que ambos están en sus primeros apuros de credibilidad pues sus respectivos equipos han empezado la liga con idéntica y muy escasa solvencia en puntos, goles y clasificación. 

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