Se acabó la buena racha del Zaragoza

El Girona infringe un duro varapalo a los de Carreras, golea 0-3 en La Romareda y se engancha a la pelea por el ascenso.

Real Zaragoza - Girona
Real Zaragoza - Girona
Toni Galán/ A Photo Agency

Llevaba varias semanas el Real Zaragoza jugando con fuego y, finalmente, ha caído entre las llamas en el importante duelo que tenía en la 31ª jornada ante el Girona. Los catalanes voltearon con crudeza a los zaragocistas en un partido en el que, en líneas generales, fueron mejores y, sobre todo, más inteligentes en el manejo de los resortes del fútbol que fue marcando el transcurso del duelo. El 0-3 final habla por sí solo. Máxima eficacia de los visitantes y ceguera absoluta ante la portería rival de los aragoneses, un día más incapaces de tomar el timón del partido y de ejercer el dominio de la pelota que requiere un aspirante a subir a Primera División.


La primera mitad resultó desastrosa para el Real Zaragoza. En todos los aspectos del juego. Tanto por su mal planteamiento táctico, como por su nula capacidad de reacción ante la presión del Girona desde el primer minuto y, sobre todo, por el devenir de los acontecimientos. El arbitraje de Ocón Arráiz, especialmente puntilloso con el Zaragoza y demasiado permisivo en jugadas similares de contacto con los gerundenses, aportó otro factor desequilibrante, algo que se daría durante todo el choque. Pero, sobre todo, el mal hacer puntual de varios futbolistas zaragocistas en las jugadas clave, patrocinó el 0-2 del descanso con el importante y decisivo detalle de que el Zaragoza jugó con uno menos desde la expulsión de Cabrera en el minuto 27.


Se le pasó la mitad del partido a los zaragocistas sin crear una sola ocasión de gol ante el inédito Becerra, que solo tocó tres balones con las manos en otras tantas faltas bombeadas a su área sin ningún peligro. Por el contrario, el Girona vivió la mayor parte en el terreno de los aragoneses fruto de su magnífica labor presionante ante la salida de la pelota desde atrás de los blanquillos. Machín ordenó una presión muy adelantada, con tres jugadores impidiendo constantemente la creación de un impotente Dorca, del apagado Culio y de Ros, que fue el único que lo intentó sin fortuna, y con una tremenda superioridad y presencia en el medio campo gracias a sus laterales adelantados, Clerc y Álamo.


De este dibujo táctico surgieron tres ocasiones claras de gol de los gerundenses, de la que supieron aprovechar dos para matar el partido. La primera, a la salida de un córner mal defendido por los de Carreras. Lejeune remató con el pecho en primera instancia y Mata fusiló a quemarropa el 0-1. El propio Mata tuvo el segundo en sus pies en un mano a mano que definió mal. Y, poco después, repitió colada bordeando el fuera de juego y regaló a puerta vacía el 0-2 a su compañero Christian Herrera.


En 12 minutos, del 22 al 34, el Girona se hizo con las riendas del choque, mucho más al contar con superioridad por la roja directa que se buscó Cabrera entre gol y gol al meterle los tacos a Eloi en un balón dividido en el centro del campo. El Zaragoza, como en los partidos anteriores, se mostró romo en ataque, espeso en la confección de combinaciones en la línea media y, esta vez, sin solvencia en la zona defensiva. Los catalanes fueron superiores de principio a fin de un primer periodo realmente deficiente del equipo de Carreras.


Tras el intermedio, el Zaragoza salió a la desesperada. No le quedaba otra opción. Con un Girona más conservador, llegaron los primeros disparos a portería del envite. Malos los dos primeros, de Culio e Hinestroza. Mejor el de Ángel, en el minuto 57, un voleón a centro del colombiano que Becerra salvó en una gran parada e impidió que los zaragocistas se metieran en el partido. Entremedias, el venenoso Mata y Alcaraz rozaron el tercero de los de Machín en sendas contras, siempre peligrosas porque el Zaragoza estaba muy desguarnecido atrás.


El partido entró en una ida y vuelta constante de la que, en un día cruzado, el Zaragoza saldría mal parado de nuevo. Rico tuvo el 1-2 en un cabezazo tras un saque de esquina, pero Becerra metió una mano salvadora in extremis. En el contragolpe, fue Christian Herrera el que marró el 0-3 a bocajarro, con todo a favor. Lanzarote probó suerte desde fuera de área, pero chutó alto. Y, en apenas 30 segundos, se pasó de la esperanza al hundimiento zaragocista. Tras un cabezazo al poste de Hinestroza en otro córner sobre el área del Girona, Lekic firmó el tercero de los catalanes en un nuevo mano a mano desde medio campo que el balcánico no desaprovechó.


Decepción y caras largas entre el zaragocismo a la conclusión de este desesperante partido. Se rompe la buena racha de siete partidos seguidos sin derrota y el Real Zaragoza pierde la velocidad de crucero que había obtenido en los dos últimos meses. En el amplio pelotón de aspirantes al ascenso, en el que se mete por méritos propios el Girona tras su sobresaliente partido en La Romareda, el Zaragoza se queda de nuevo por detrás de la línea de la promoción a falta de 11 jornadas para el final de la liga.

Ficha Técnica

Real Zaragoza: Manu Herrera; Campins (Dongou, 68), Guitián, Cabrera, Rico; Dorca (Abraham, 35), Javi Ros, Culio; Pedro (Lanzarote, 52), Hinestroza; y Ángel. Girona: Becerra; Álamo (Sebas, 67), Kiko Olivas, Alcalá, Lejeune, Clerc; Alcaraz, Eloi (Llonch, 76), Borja García; Christian Herrera y Mata (Lekic, 70). Árbitro: Ocón Arráiz (Comité Riojano). Expulsó a Cabrera (27) por roja directa por una dura entrada a Eloi. Amonestó a Javi Ros (20), Rico (36), Kiko Olivas (45), Hinestroza (54), Ángel (57), Alcaraz (63), Álamo (65), Abraham (79) y Lanzarote (83). Goles: 0-1, min. 22: Mata. 0-2, min. 34: Christian Herrera. 0-3, min. 72: Lekic. Incidencias: Tarde primaveral, agradable y soledada, con 18 grados. Se entrenó el horario de verano. Césped en excelente estado. En las gradas, alrededor de 15.000 espectadores, 200 venidos desde Gerona.

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