El ascensor de fin de año

En función de lo que suceda la próxima jornada, el Zaragoza puede marchar de vacaciones en ascenso directo o caer hasta la 11ª posición.

Entrenamiento del Real Zaragoza
Entrenamiento del Real Zaragoza
Toni Galán/APhoto Agency

El transcurso de la próxima jornada tendrá un importante poder simbólico en un Real Zaragoza que, en función de los resultados que se den, puede acabar el año en ascenso directo o desplomarse hasta la mitad de la tabla.


El pinchazo ante el Numancia no tuvo consecuencias clasificatorias tan notorias como las que se preveían -únicamente se perdió la tercera plaza que ahora es propiedad del Real Oviedo-, pero terminó de apretar la parte alta de la Liga Adelante más igualada de la historia reciente. Tres puntos separan al conjunto maño (4º clasificado) del Mirandés (11º), en una pugna que cada vez cuenta con más inquilinos, y en la que solo el Córdoba, que lidera la tabla tras enlazar tres victorias consecutivas, aparenta ser fiable.


Tras los califales, el Alavés copa esa segunda plaza que podría asaltar el Real Zaragoza con una carambola de marcadores. En primer lugar, debe vencer al Nástic (sábado, 18.00) y esperar a que los vitorianos, que juegan a la misma hora, salgan derrotados de Ponferrada. Si se cumplen estas dos condiciones, solo quedaría esperar a que el Oviedo no gane en la visita del Almería (domingo, 19.15) al Carlos Tartiere.


Si, por contra, el fin de semana arranca con derrota en el Nou Estadi de Tarragona, habría que dirigir la mirada hacia otros cinco estadios para comprobar la dimensión de la caída. Los triunfos de Osasuna, Leganés, Lugo, Alcorcón y Mirandés podrían llevar al Zaragoza hasta la undécima posición. Opción más que remota en su conjunto. 


No lo es que, en un término intermedio, saliesen despedidos fuera de los puestos de 'play off'. Mínimo exigible en una ruta que está a punto de alcanzar su ecuador -restan cuatro partidos para finalizar la primera vuelta-, y tiene como único destino la Primera División.


De ahí la importancia -matemática y moral- de acabar el año con victoria y seguir aferrados a una lucha que se espera ganar más adelante. Cuando el parón navideño haya concedido respiro a un bloque cansado y mermado por las ausencias de activos importantes, que irán reapareciendo paulatinamente. 


Mario, que ya ha formado parte de las últimas convocatorias, y Rubén pronto estarán en condiciones de sumar en defensa; Hinestroza encara la recta final de la recuperación de su rotura fibrilar y Diamanka apunta al derbi que abrirá 2016, el 3 de enero, ante el Huesca. 


Por el momento, en Tarragona, Popovic habrá de conformarse con recuperar a Dorca e Isaac Carcelén, que vuelven tras cumplir ciclo de sanción. Por contra, perderá a Rico y Ángel por idéntico motivo, teniendo que volver a completar la convocatoria con jugadores del filial.

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