Teruel se emborrachó de felicidad el miércoles y se levantó con una dulce resaca. Las fiestas se digieren bien en la capital mudéjar, y la de ayer fue fantástica. En un ambiente propio de las grandes citas, Los Planos y su afición vivieron una noche mágica, otra más. En la primera incursión del equipo de sus amores en la máxima competición europea del voleibol, ese CAI que maravilla se permitió el lujo de ganar al todopoderoso Belchatow polaco en un duelo memorable que se prolongó durante dos horas (3-2). Un estreno sobresaliente del equipo en el torneo, y la máxima nota para un club que ejercía de novato en una competición mayúscula que regula la Confederación Europea de Voleibol (CEV).

Las agujas del reloj se acercaban a las doce de la noche, y el máximo responsable del club naranja, José LuisTorán, permanecía aún en el pabellón. El 'presi' "por fin" respiraba tranquilo. La entidad ha vivido unos meses frenéticos para llegar a punto a esta 'Champions'. El primer obstáculo que superó fue la visita, el pasado septiembre, del inspector de la CEV, el rumano Manole Viorel, que daba el aprobado a la obligada reforma a la que tuvo que someterse Los Planos. El organismo es implacable en sus peticiones. Que se lo pregunten a Torán, que el miércoles 'sufrió' el exceso de celo del supervisor de la CEV Max Kjaer. El danés, silencioso en sus movimientos, bolígrafo y papel en mano, interrogaba, señalaba, apuntaba... Se conoció todos los rincones (hasta los más íntimos) del recinto deportivo. Tampoco se despegó de la cinta métrica, necesaria para comprobar que eran correctos los cinco metros de distancia que tenía que haber entre la pista y los soportes publicitarios, más otros tres desde las vallas a la grada. Eso en el ancho, porque en el fondo se ampliaba hasta los obligados once metros. Ni un centímetro más ni uno menos. ¡Ah! Y que al CAI Teruel no se le ocurriera colgar una publicidad que no fuera la preceptiva de la corporación continental (hasta el cartel que el club aragonés preparó para el torneo se retocó con el Photoshop para incluir el balón oficial, un Mikasa). "Good work, ¡congratulations!", felicitó Kjaer a los directivos en su despedida de la capital turolense.

Unas palabras de ánimo por el buen trabajo que tuvo una recompensa suprema: una épica victoria ante el multicampeón Belchatow, uno de los equipos con mayor presupuesto del continente, cuya plantilla es la columna vertebral de la selección polaca -oro en el último Europeo-, el principal aspirante a alcanzar la gloria en esta 'Indesit Champions League 2009/10'. Todos los calificativos se quedan cortos para definir la gesta de un CAI que no terminaba de definir su juego en la competición doméstica, sorprendido, incluso en su propia casa, por debutantes como el Puerto Real. El campeón de la Superliga está sometido a un grado de exigencia mayor, y esa presión por ganar ha atormentado a una plantilla que ayer se liberó. "El triunfo era algo, hasta cierto punto, impensable. Pero con fe nos ha salido un partido redondo, con un trabajo admirable del grupo. Ésta ha sido la clave: creer en nuestras posibilidades", resumía Óscar Novillo.

El CAI Teruel se saltó la lógica: con un 0-2 en contra, pocos pensaban que la crónica del partido iba a tener otro final. Pero el CAI fue capaz de remontar y llevarse un 'tiebreak' de infarto que hizo las delicias de los aficionados que volvieron a responder a la llamada de su club, aunque no se registrara un lleno en el histórico debut en 'Champions'. Y esa presión que impedía una claridad de ideas en las jugadas se trasladó al otro lado de la red. "Perdimos porque jugamos mal", reconocía el colocador Miguel Ángel Falasca, referente y guía del Belchatow. "En el tercer set, el CAI tomó ventajas claras. Acusamos la presión y la necesidad de resolver los partidos de forma positiva siempre", completaba el internacional español.

Novillo trata ahora de contener la euforia: "Espero que no nos confunda esta victoria, que no cambie nada en nosotros ni nos aleje de nuestro camino", que no es otro que el reeditar la corona nacional. Porque la rutina de la Superliga vuelve mañana, con una visita al feudo de un enrachado CMA Soria, que busca su confirmación en la Copa del Rey. Aunque será difícil olvidar la noche del miércoles, el triunfo de un equipo humilde que aspira a seguir creciendo, y pensar en el siguiente duelo continental: el próximo miércoles contra el Roeselare belga.