Las gradas del pabellón Los Planos retumbaron, literalmente, ayer noche. Cuando en el quinto set, el decisivo, los marcadores dieron el triunfo al CAI-Teruel, el público estalló a gritos y aplausos, de pie, incapaz de contener la emoción y de mantener la calma en sus asientos. Sonando a muchos decibelios la música triunfalista de 'We are the champions', del mítico grupo Queen, la gente saltaba de alegría, coreaba la canción y se fundía en abrazos con sus conocidos. El final del partido se convirtió en una impresionante celebración colectiva en la que afloró el 'orgullo turolense' en toda su dimensión.

Las dos horas y media que duró el enfrentamiento deportivo ya fueron una auténtica batalla campal a base de bombos, trompetas y aplausos entre los seguidores del CAI -la Marea Naranja- y los del Belchatow -el Klub Kibica Skra-. Para demostrar su apoyo incondicional a los jugadores, unos y otros inundaron de ruido el pabellón y agitaron incansables sus banderas, sin casi tiempo para degustar el 'Vocaidillo', un bocadillo de jamón y queso regalo de tres empresas de alimentación. El grupo de polacos -una treintena- había recorrido 2.600 kilómetros para dar calor a los suyos fuera de casa. Un club de Segorbe (Castellón) también estuvo presente.

Fue una noche de estreno. Comenzó la competición europea y con ella los turolenses inauguraron unas instalaciones deportivas al mejor nivel. Más luces, nuevas pantallas para los marcadores y nueva pista de quita y pon sobre un pavimento remodelado. El pabellón brilló como nunca lo había hecho. "Vamos a ganar la Champions", gritaba el público.